17 marzo 2022

Publicaciones periódicas. Revistas científicas

 

v  DEFINICIONES

 

·         Publicaciones periódicas: según Martínez de Sousa, publicaciones periódicas son las publicaciones seriadas con periodicidad fija e inferior a un año. Dentro de esta categoría se encuadran las revistas y los diarios.

 

·         Revista: publicación periódica no diaria. Las revistas científicas y/o especializadas son el medio fundamental de comunicación científica.

v  CARACTERÍSTICAS


Las características de las revistas científicas son las siguientes:

 

·         Título común (que puede variar a lo largo de la vida de la revista).

·         Publicación en curso: los fascículos se publican sucesivamente a intervalos de tiempo determinados.

·         Duración indefinida.

·         Autoría colectiva.

·         Carácter acumulativo de la información publicada: los conocimientos no se sustituyen ni se solapan, se complementan.

·         Naturaleza dinámica. Las publicaciones periódicas plantean serios problemas para su control bibliográfico, ya que, además de existir gran número de títulos, éstas se caracterizan por su gran dinamismo: cambios de título, periodicidad, edición, línea editorial, ceses, reanudaciones, absorciones, etc.

 

 

v  EDICIÓN DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS CIENTÍFICAS

 

·         El artículo de revista es en la actualidad el vehículo de comunicación científica por excelencia, especialmente en Ciencia y Tecnología (leen 8 artículos por cada libro) y en menor medida en Ciencias Sociales (1 monografía por cada artículo). Las Humanidades se encuentran más apegadas al libro impreso que al artículo de revista, aunque éste va ganando terreno paulatinamente. La mayoría de las revistas científicas más leídas están en inglés y ofrecen resumen.

 

·         El proceso de investigación en cualquier ámbito científico tiene un carácter cíclico: el investigador consume información para desarrollar su labor y después la produce, al plasmar su trabajo por escrito. Esta información será utilizada a su vez por otras personas en su quehacer investigador.

 

Las citas que hacen los científicos en sus artículos a otros trabajos a los que han recurrido para desarrollar su investigación ofrecen una idea de cómo la información es reutilizada y nuevamente generada.

 

Existe una fuente que recoge las citas que realizan los científicos en sus trabajos sobre otros trabajos: se trata de una Base de Datos del ISI llamada Science Citation Index (SCI). Gracias a este producto es posible detectar los llamados “colegios invisibles” y las líneas de investigación más punteras.

A su vez, esta Base de Datos tiene un suplemento llamado Journal Citation Reports (JCR), comúnmente llamado “índice de impacto”, con gran credibilidad en el entorno científico. Este mide el impacto de las revistas en la comunidad científica a partir del número de citas que recibe cada artículo de cada revista. Las revistas más citadas pasan a ser las más prestigiosas en su ámbito, según su posición en el ranking, por lo que los investigadores desean publicar sus trabajos en ellas principalmente. Este producto es también de utilidad para las bibliotecas a la hora de seleccionar los títulos a los que suscribirse.

·         El proceso editorial: existen unos pasos determinados desde que un trabajo es redactado hasta que ve la luz como artículo de revista.

1. Primeramente, el autor envía a su círculo de colegas un borrador (llamado working paper) para someterlo a su criterio. Tradicionalmente eran publicaciones en precario, grapadas y enviadas por correo. En la actualidad el correo-e se ha impuesto para este tipo de envíos. Estos working papers son muy codiciados porque tienen los últimos resultados de una investigación en marcha o recién acabada. Los working papers suelen ser depositados en bibliotecas universitarias, que además hacen canje con ellos. Muchos de ellos son también recogidos en la Base de Datos SIGLE, especializada en Literatura Gris.

2. Cuando el autor del trabajo incorpora las aportaciones dadas por su comunidad científica, se envía el pre-print al editor de la revista. Los artículos deben presentarse siguiendo las instrucciones del editor. Éstas pueden variar de unas revistas a otras, pero que en todo caso llevan los siguientes elementos: título del artículo, nombre del autor/es y filiación, resumen y referencias bibliográficas.

Una vez en manos del editor, el trabajo vuelve a ser estudiado, esta vez mediante el sistema de revisión por expertos (designados por la revista) llamado peer review. Estos expertos, también llamados referees, se encargan de garantizar la calidad de los trabajos y tienen la última palabra sobre la decisión de publicarlo o no. Existen detractores de este sistema, ya que no siempre garantiza esa calidad deseada, ralentiza el acceso a información de actualidad (pueden pasar meses) y puede ser víctima de presiones e influencias.

·         Ya no es novedoso para nadie el hablar de la información como una materia prima susceptible de ser explotada y comercializada con fines lucrativos. Existen en el negocio de la información científica tres eslabones fundamentales: editores, distribuidores y consumidores. El papel de cada uno de ellos parece redefinirse día a día en este mundo de constantes cambios, fusiones y nuevos proyectos.

 

·         Los editores son los productores de la información. Pueden ser casas comerciales (como Elsevier, Kluwer, Academic Press, John Wiley & Sons, Blackwell, Springer, Emerald), sociedades científicas o instituciones (Institut of Physics, Institution of Electrical and Electronic Engineers, IEEE), universidades, etc.

 

·         Los distribuidores tratan la información y la hacen llegar al consumidor. La mayoría se han adaptado al mundo digital. Almacenan en sus servidores la información y proporcionan acceso a la misma. Se han convertido en verdaderas pasarelas electrónicas desde las que consultar desde una única interfaz la colección de revistas que distribuyen. Además, muchos ofrecen servicios de valor añadido, como motores de búsqueda, alertas y Difusión Selectiva de Información. Destacamos Ebsco, Silverplatter, Ovid, Swets, Bell & Howell.

 

·         El consumidor de la información es el investigador, normalmente a través de un centro de documentación o biblioteca, que gestiona las suscripciones.


Cada vez más, los editores toman la iniciativa de ser ellos mismos los distribuidores de sus productos. Los distribuidores han formado un auténtico oligopolio de las publicaciones científicas, lo que repercute en los precios, que suben vertiginosamente, a pesar del ahorro de costes que les supone la edición electrónica.

 

·         Dado que la rápida difusión de los contenidos de una revista es vital para la comunidad científica, existen desde hace décadas repertorios bibliográficos que recogen sumarios de revistas. En la actualidad, estos productos permiten dar noticia de los artículos a través de la red, incluso semanas antes de su publicación. Ejemplo de ello es la BD del ISI llamada Current Contents, que permite además acceder al texto completo de la revista.

La variada oferta de productos de información científica que se da actualmente en las bibliotecas universitarias está provocando un fenómeno indeseable, pero habitual, como es el pagar dos veces por el mismo contenido: por un lado se paga la suscripción a la revista impresa, con la que se obtiene normalmente el acceso al texto electrónico, y por otra se paga el acceso a Bases de Datos bibliográficas, con amplias posibilidades de búsqueda y de recuperación del texto completo de las revistas.

 

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