martes, 29 de junio de 2021

La selección del libro infantil

 

·         Criterios

 

Teniendo en cuenta, pues, estos factores, el bibliotecario infantil se apoyará además en unos criterios para realizar la tarea de selección de fondos.

 

Dado que es fundamental lograr la motivación del niño ante los libros, la parte más visible de éstos deberá mostrar colorido, imágenes llamativas, cubiertas atractivas y tipografías grandes y vistosas.

 

Los contenidos, por su parte, deben provocar sorpresa, emoción, curiosidad.

 

Desde el punto de vista del soporte físico, tendremos en cuenta el tamaño, el peso y la encuadernación, de cara a su durabilidad.

 

·         Fuentes bibliográficas convencionales

 

El bibliotecario se basará además en su propia experiencia y en el conocimiento previo de la colección existente.

 

En todo caso, existen numerosas bibliografías que pueden consultarse, como por ejemplo:

 

§        Bibliografía Española.

§        ISBN.

§        Bibliografías básicas para bibliotecas infantiles y juveniles públicas, elaboradas por el Ministerio de Cultura o el INLE.

§        Tradicionalmente, una de las fuentes principales de información bibliográfica sobre el libro infantil ha sido el repertorio que la Dirección General del Libro y Bibliotecas publicó en 1986: “Bibliografía básica para bibliotecas infantiles”.

 

§        Citamos otras 3 obras, de fecha más reciente:

§   Guía de clásicos de Literatura infantil y juvenil”, de Luis Daniel González. 3 volúmenes publicados por Palabra en 1999.

§   Libros infantiles y juveniles para hacer buenos lectores”, de varios autores, publicado por ANABAD en 2000.

§   El repertorio para bibliotecas públicas elaborado por el equipo de redacción de la revista “Educación y Biblioteca”.

 

 

§        Por otro lado, no podemos obviar la importante labor de Jaime García Padrino como experto en temas de literatura infantil y bibliotecas escolares en el ámbito español. Colaboró en los años 80 con el Ministerio de Cultura en campañas de Fomento de Lectura de niños y jóvenes y ha impartido cursos y conferencias sobre el libro infantil. Destacamos su obra “Clásicos de la literatura infantil española”, en la que reivindica el papel de los clásicos españoles dentro del patrimonio cultural español.

§        En cuanto a obras de referencia, destacamos las guías de autores, como la publicada por Carmen Bravo-Villasate o la de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil.

§        Como vemos, hoy en día existen todo tipo de publicaciones, también Bases de Datos y recursos en Internet con información bibliográfica sobre este tema.

 

·         CATÁLOGOS COMERCIALES

 

Los catálogos de las casas editoriales deben ser examinados por el bibliotecario con un espíritu crítico y una actitud dinámica.

La oferta editorial es vastísima en la actualidad y la selección se hace imprescindible. Los catálogos comerciales proponen preselecciones de obras y guías, como:

§        100 libros de la colección “Tus libros” de Anaya.

§        100 Gran Angular.

§        100 Barcos de vapor.

§        Leer y jugar.

 

Pueden consultarse los libros en el mercado a través de los espacios en Internet de las editoriales. Asimismo, pueden hacerse visitas reales o virtuales a librerías especializadas o importantes para conocer lo más demandado.

 

·         REVISTAS

 

Existen revistas especializadas en literatura, que pueden traer un apartado de literatura infantil: “Qué leer”, “Delibros”…

 

Por excelencia, las dos revistas especializadas en libros y bibliotecas para niños son “Cuadernos de Literatura infantil y juvenil” (CLIJ) y sobre todo “Educación y Biblioteca, ya mencionada.

 

Esta es una publicación de gran interés, porque a parte de ser una revista con excelentes artículos y dosieres monográficos, aporta reseñas y críticas, con una cuidada presentación y con material gráfico. Las mejores recopilaciones de obras de referencia proceden de su redacción. “Educación y Bibliotecarecoge también información sobre libros documentales y productos en soportes no librarios: ediciones electrónicas de carácter divulgativo, vídeos, materiales sonoros didácticos, etc.

 

·         Servicio de Orientación de Lectura (S.O.L.)

 

Por último en cuanto a la selección bibliográfica, hacemos mención de un interesante proyecto que ha visto la luz este mismo año (2003). Se trata del Servicio de Orientación de Lectura (S.O.L.).

§        Qué es.

Es una iniciativa de la Federación de Gremios de Editores de España, desarrollada con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez (FGSR) y con la colaboración de la Dirección General del Libro, Archivo y Bibliotecas (DGLAB), que va dirigida a la sociedad en su conjunto para fomentar la lectura en todas las edades, pero con especial dedicación a los niños y jóvenes.

 

Supone un punto de encuentro para niños, jóvenes, padres, profesores, bibliotecarios, libreros.

 

Este servicio es accesible a través de Internet en la dirección www.sol-e.com.

 

 

 

 

§        FGSR.

Antes de continuar con el S.O.L., aprovechamos para hacer un breve apunte sobre la FGSR, impulsora de este proyecto, pero que realiza una importantísima labor en el mundo del libro y las bibliotecas.

 

Es una institución sin ánimo de lucro constituida en 1981, cuyo objetivo es la creación, fomento y desarrollo de todo tipo de actividades culturales y muy especialmente del libro y la lectura. Tiene 3 sedes: Madrid, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) y Salamanca. En esta ciudad está ubicado el Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que realiza una encomiable tarea a través de su biblioteca y centro de documentación y de las actividades que organiza.

 

Ha editado algunas bibliografías específicas y tiene información disponible en Internet, a parte de una Base de Datos llamada: “Biblioteca infantil: Base de Datos de literatura infantil”.

 

§        Banco de recursos.

 

Continuando con el S.O.L., y concretamente con las funcionalidades de esta web que pueden ser de interés para el profesional de la información, destacamos el apartado etiquetado como Banco de recursos.

 

Contiene una completa y actualizada Agenda de eventos. Los numerosos cursos, coloquios, seminarios, ferias, exposiciones, conferencias que se organizan frecuentemente dan una idea de la importancia que ha adquirido verdaderamente la literatura infantil y juvenil en la sociedad.

 

También se facilita un Directorio de organismos, instituciones, bibliotecas, librerías, editoriales, así como una relación de las figuras más destacadas dedicadas al mundo del libro infantil (expertos).

 

El Banco de recursos aporta asimismo referencias de literatura profesional sobre el tema, artículos a texto completo, guías de lectura, actividades de fomento de lectura, etc.

 

El S.O.L. constituye un excelente recurso que debería tenerse en cuenta por todas las bibliotecas de ámbito infantil.

 

1.    LA BIBLIOTECA Y EL NIÑO

 

jueves, 24 de junio de 2021

Doce recomendaciones para tener presencia en redes sociales

 

1.       Las redes sociales sirven para estar en contacto con muchas personas. Si se busca compartir experiencias o contenidos con otros usuarios, existe todo un abanico en el que elegir. Si lo que se pretende es difundir nuestra marca profesional a través de ellas, se debe planificar una estrategia que defina la presencia en las mismas.

 

2.       Hay que tener claro cuál es el objetivo dentro de la red y a que público va dirigido.

 

3.       Tras resolver esta cuestión, hay que elegir el canal que más interese.

 

4.       Hay que crear un perfil y el tono con el que queremos expresarnos.

 

5.       La imagen, el nombre y la descripción tienen que ser coherentes con la presencia que se quiere proyectar.

 

6.       Para compartir información, las redes sociales ofrecen varias posibilidades.

 

7.       Cuidar la calidad y la cantidad de contenidos que se generan.

 

8.       El contenido de mayor impacto y difusión entre los usuarios es el visual.

 

9.       La base de las redes sociales es la conversación. A nivel profesional es aconsejable responder antes de un día y permitir la publicación de críticas siempre que sean constructivas y reflexivas.

 

10.   Para mantener conversaciones privadas, en la mayoría de las redes se dispone de chat y correo interno integrados.

 

11.   La mayor dificultad en las redes sociales es la imposibilidad de consultar todo lo que se publica.

 

12.   En relación a la difusión de nuestros contenidos, debemos valorar el momento más oportuno para su publicación. Existen herramientas que ayudan a gestionar el tiempo en la red: aplicaciones que programan la hora de publicación o plataformas que permiten la difusión en varias redes.

 

 

martes, 22 de junio de 2021

La infancia y el libro infantil

·         LA INFANCIA

 

La infancia es un periodo fundamental en la vida de las personas, que marcará su futuro comportamiento y personalidad.

 

En esta fase de desarrollo a todos los niveles (perceptivo, cognitivo, afectivo, psicomotriz), el libro debe adquirir gran protagonismo, de manera que se genere un hábito lector desde pequeño que acompañe de por vida a esa persona.

 

Para que el individuo alcance un desarrollo personal completo, éste debe afianzar su actividad lectora, pero como dice Gómez Hernández, no como mero desciframiento de significantes sobre un soporte, sino como una práctica compleja en la que intervienen múltiples factores, como la atención, el interés, el aprendizaje, etc.

 

En este sentido, el sistema educativo tiene un papel primordial, aunque en la práctica no está exento de deficiencias: se enseña a leer, pero no para qué leer, y en muchas ocasiones con textos poco motivadores o con una actitud de opresión lectora que acaba provocando rechazo.

 

El entorno inmediato del niño es también una gran influencia en el futuro del niño como lector asiduo: la familia, la casa, la escuela, pueden aportar modelos de conducta determinantes.

·         EL LIBRO INFANTIL

Cuando hablamos del libro infantil en general no debe olvidarse que el niño atraviesa desde los 0 a los 14 años por distintas fases evolutivas, que marcarán sus intereses y capacidades:

 

 

§        En la etapa de bebé, puede intentarse acercar el libro al niño delicadamente, como objeto físico materializado en libros de trapo, de bañera, desplegables, que ayudarán al bebé en su desarrollo sensorial.

§        Hasta los 6 años, los libros deben traer imágenes que representen la lectura, o textos breves para ser leídos por un adulto. Los gustos a estas edades son muy amplios, pero al ser una etapa de fantasía desbordante, atraerán los libros de personajes fantásticos, maravillosos y mágicos y también de animales.

§        A partir de los 7 años, la capacidad para leer y comprender historias está en pleno desarrollo, por lo que se plantean historias de viajes y aventuras, más realistas, combinadas todavía con cuentos e historias fantasiosas.

§        Según nos acercamos a la pubertad, los chicos y chicas valoran cada vez más las historias con las que puedan identificarse. En esta edad, el joven está adquiriendo sus propios valores, y los grandes ideales de verdad, justicia, igualdad, amistad calan muy hondo.

  

sábado, 19 de junio de 2021

Doce pautas para conocer los formatos multimedia

1.       El método multimedia supone una serie de cambios en la forma de narrar una historia.

 

2.       La distribución también cambios. Los formatos multimedia nos llegan a través de estanterías virtuales de video.

 

3.       La mayoría de estos formatos son parte de plataformas en línea. Pueden ser de código abierto o de pago.

 

4.       Las plataformas offline están en desuso.

 

5.       Los formatos multimedia tienen un lenguaje propio.

 

6.       La interacción entre el usuario y la máquina es parte del formato multimedia.

 

7.       La imagen estática puede ser realista o de carácter más artístico.

 

8.       Las ilustraciones pueden decorar el contenido.

 

9.       La animación es el encadenamiento de imágenes para generar la impresión de movimiento, y resulta muy útil para contar una historia.

 

10.   Para amplificar los contenidos y mejorar la comprensión se pueden utilizar videos.

 

11.   Existen múltiples sistemas de audio.

 

12.   Los controladores interactivos sirven de guía a la hora de desarrollar una acción o tarea.

 

  

jueves, 17 de junio de 2021

Fuentes sobre recursos electrónicos gratuitos

En cuanto a los recursos electrónicos gratuitos, está por supuesto, Internet.

 

Internet es un almacén ingente de información electrónica. Dicen que “todo está en la red y lo que no está es porque no existe”. Al margen de esta afirmación popular un tanto exagerada, es verdad que Internet cuenta con recursos-e textuales, de imagen y sonido y multimedia de todo tipo.

 

Sin embargo, la calidad de muchos de estos recursos no es siempre la deseable. Además, la volatilidad y la obsolescencia de la información en Internet se presentan de nuevo como grandes inconvenientes.

Los buscadores de Internet ayudan a localizar recursos gratuitos (aunque también de pago) desde unas interfaces muy llamativas y sencillas de utilizar. Los buscadores recogen la información existente en Internet, la procesan y la muestran al internauta cuando pregunta por ella. Los buscadores son, a pesar de no seguir las técnicas bibliográficas y documentales al uso, enormes repertorios referenciales de recursos, que además permiten enlazar con el documento primario en cuestión.

Los buscadores son básicamente de dos tipos: motores y directorios (también llamados índices). Entre los buscadores generalistas más destacados está Google, y a considerable distancia con respecto al anterior otros como Altavista, Yahoo, etc.

Las búsquedas de información en estas herramientas suelen provocar bastante ruido y no siempre se localiza lo que se busca. Por ello, se han ido creando distintas alternativas, sobre todo para las personas interesadas en temas especializados: son por ejemplo los portales verticales o los directorios monográficos de enlaces.


Existen en Internet gran cantidad de “guías de recursos” o “listas de enlaces” sobre los temas más variados, que son en cierto modo lo más cercano a verdaderas bibliografías de recursos en Internet. Sin embargo, estas guías de recursos padecen una obsolescencia muy acusada y requieren un seguimiento y actualización estrictos para que sean eficaces.

 

A pesar de sus inconvenientes, es innegable que Internet se ha convertido en una fuente de información sobre recursos electrónicos de primera línea. Las bibliotecas, por su parte, tienen como deber el buscar y seleccionar información de calidad en Internet y ofrecerla a sus usuarios mediante enlaces revisados periódicamente.


Queda todavía un largo camino para que los recursos-e reciban el mismo tratamiento bibliográfico que los materiales tradicionales. El control bibliográfico de los recursos electrónicos exige una política y una normativa claramente definidas para todos los países integrantes del CBU. Distintos organismos como la IFLA o las distintas bibliotecas nacionales están realizando importantes esfuerzos para buscar soluciones a esta nueva situación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  

martes, 15 de junio de 2021

Fuentes sobre recursos electrónicos de pago

Los recursos electrónicos de pago pueden ser recogidos a través de distintos canales.

 

§   Uno muy característico son los Directorios de Bases de Datos. Las Bases de Datos son hoy en día el recurso informativo más demandado dentro de la edición electrónica. El precio de las mismas, sobre todo las que recogen información científica, es muy elevado. Por eso estos directorios facilitan toda la información necesaria sobre cada Base de Datos para saber qué ofrece antes de decidirse por su compra o suscripción. Muchas Bases de Datos ofrecen, además de la referencia de cada ítem, la posibilidad de acceder al texto completo del documento que reseñan. Estas Bases de Datos fuente conforman verdaderas bibliotecas virtuales.

Los directorios de Bases de Datos deben ofrecer como mínimo la siguiente información sobre cada Base de Datos:

 

-       Nombre.

-       Materias que abarca.

-       Naturaleza de las fuentes que recoge (artículos de revista, publicación especializada).

-       Productor.

-       Distribuidor/es.

-       Cobertura temporal.

-       Idioma/s de los contenidos y del interfaz.

-       Frecuencia de actualización.

-       Dirección web o datos de contacto.

El directorio de Base de Datos más completo de ámbito internacional es el Gale Directory of Databases. Contiene la descripción de más de 14000 Bases de Datos en distintos formatos. Se publica en papel, en diskette, en cinta magnética y también se puede consultar por Internet, pero su precio es elevado.

Otro repertorio de Base de Datos en CD-ROM es el CD-ROM Directory, para Base de Datos en CD-ROM, editado por TFPL.

 

En nuestra lengua, contamos con el Directorio de Bases de Datos internacionales, publicado en 2001 por la Universidad de Zaragoza y disponible también por Internet de manera gratuita. Es un excelente directorio que recoge más de 1000 Bases de Datos de los productores y distribuidores más importantes.

 

También en español, la web www.internetinvisible.com proporciona una breve descripción y el enlace a miles de Bases de Datos de acceso gratuito.

 

Por último, citamos un repertorio de gran utilidad y fiabilidad sobre la industria de la información electrónica en general: Information Industry Directory. Recoge, además de Bases de Datos, organizaciones, instituciones, sistemas, productos, servicios, etc.

 

§   Otra importante fuente de información sobre recursos electrónicos de pago son los catálogos de bibliotecas. Aunque no estén concebidos para ello, se convierten en verdaderas herramientas bibliográficas en muchos casos. Muchas bibliotecas permiten desde su web-opac hacer búsquedas por soportes documentales concretos.

Los catálogos de muchas bibliotecas universitarias permiten también hacer búsquedas dentro de su colección electrónica. Muchas de ellas incluyen además tutoriales on-line y manuales de ayuda para el acceso y consulta de estos productos electrónicos.

Los catálogos de las distintas bibliotecas nacionales suelen ofrecer los recursos-e de los que disponen. Estos grandes catálogos nos ofrecen una idea sobre el aumento imparable de los recursos-e en las bibliotecas y por tanto en la sociedad. Este tipo de recursos no son recogidos sin embargo por las distintas Bibliotecas Nacionales con los mismos criterios. Hay países que todavía no los contemplan y otros que sí lo hacen, pero de manera parcial o irregular. La legislación española sobre Depósito Legal (1971, revisado en 1973) deja clara la obligación de depositar ejemplares de todos los documentos “realizados por cualquier procedimiento o sistema empleado en la actualidad o en el futuro”. Cuando la ley habla de “ejemplares” queda claro que alude también a los documentos electrónicos físicos o transportables, pero no quedan contemplados necesariamente los recursos en línea. La falta de consenso en cuanto al tratamiento de los materiales electrónicos en las respectivas bibliografías nacionales provoca serias deficiencias para el Control Bibliográfico Universal.

§   Un conjunto de fuentes de gran importancia sobre recursos- e de pago son los catálogos comerciales. Estos catálogos se difunden básicamente por Internet, aunque también se encuentran en otros soportes.

Para la información de tipo científico, habitual en bibliotecas universitarias y de investigación, suele recurrirse a las sedes web de productores y distribuidores. Los productores son los que crean la información y los distribuidores son los que dan acceso a la misma y la comercializan. Cada vez más productores se hacen cargo de la distribución de sus contenidos. Los distribuidores de información científica constituyen en la actualidad un auténtico oligopolio mundial, ya que se reparten el mercado entre una veintena de ellos: Dialog, Datastar, Questel-Orbit, Ovid-Silverplatter, H.W. Wilson, etc. Estas empresas se han convertido en verdaderas pasarelas electrónicas desde las que acceder desde una única interfaz (llamada gateway) a los contenidos de los productos que distribuyen. Sus portales son una excelente fuente de información sobre los recursos-e existentes en el ámbito científico y profesional.

Para la información de tipo divulgativo, existen numerosas tiendas virtuales en Internet (Amazon) donde adquirir o informarse acerca de productos electrónicos a la venta: e-books, juegos, enciclopedias, cursos de idiomas, colecciones de fotografías, música digital, colecciones de DVD, etc. Muchas de estas tiendas tienen un antecedente real en una librería existente (FNAC). Todas ellas presentan desde la pantalla del ordenador interesantes escaparates virtuales de los recursos electrónicos que venden.

Por último en cuanto a información de tipo comercial sobre recursos electrónicos, hay que recordar que tanto el ISBN como el ISSN son aplicables a los recursos electrónicos, ya sean off-line u on-line. Las páginas web de los organismos responsables de estos códigos ofrecen la posibilidad de hacer búsquedas por número normalizado y otros elementos.

En cuanto a las revistas electrónicas se puede recurrir al directorio internacional ULRICH’S, de la casa Bowker. Este directorio de publicaciones periódicas recoge, además de las revistas existentes en papel, las revistas en CD-ROM y en línea. También existen en Internet repertorios únicamente de revistas electrónicas, como New Jour. 

Como conclusión sobre las fuentes sobre recursos electrónicos de pago, señalamos que son por ahora los servicios con intereses económicos y comerciales (productores, distribuidores, tiendas, etc.) los que más se están esforzando en recopilar y difundir la existencia de este tipo de recursos.

 

jueves, 10 de junio de 2021

Fuentes de información sobre recursos electrónicos

Los primeros repertorios bibliográficos vieron la luz a finales del siglo XV. La aparición de la imprenta y el número creciente de libros impresos plasmó la necesidad de elaborar listas de libros para saber qué existencias había y difundir esos títulos.

 

De igual manera, las bibliografías sobre recursos-e tratan de recoger los documentos existentes en formato electrónico. Por tanto, el criterio de selección de los documentos que entran a formar parte de estos repertorios se realiza teniendo en cuenta el soporte del documento, no su temática ni la naturaleza de los documentos (monografías, incunables, etc.).

 

El intentar recoger los recursos-e existentes tiene algunas dificultades añadidas en comparación a cualquier otra tarea de control bibliográfico.

 

 

Por una parte, está el gran dinamismo de la industria misma de la información. Tanto los productores como los distribuidores de información electrónica viven en un mundo de constantes cambios y transformaciones a nivel empresarial: fusiones, absorciones, acuerdos, etc. que provocan la creación y supresión de productos, cambios de nombre, de aspecto, etc. en cortos periodos de tiempo.

 

Por otro lado, está la volatilidad de muchos recursos electrónicos, especialmente los accesibles por Internet. Es arriesgado reseñar un determinado recurso de Internet en un repertorio, ya que de la noche a la mañana puede desaparecer, cambiar su ubicación, su contenido, etc. Por esta razón, cuando se hace referencia a un recurso-e determinado, se suele añadir la fecha de la última visualización a modo de orientación.

 

Para citar recursos-e, la forma normalizada de hacerlo es la norma ISO 690-2.

 

El hecho de que los recursos-e tengan como común denominador su “soporte”, sin que tenga que haber necesariamente una vinculación temática entre ellos, ha hecho que éstos hayan ido entrando paulatinamente a formar parte de los repertorios bibliográficos tradicionales. Esto significa que dentro de una bibliografía sobre un tema en particular podemos encontrar combinados e integrados recursos en papel, en microformas, en soportes magnéticos, ópticos, multimedia, etc.
Los nuevos soportes se suelen integrar por tanto en los repertorios bibliográficos como si fueran otro tipo documental más.

 

Aun así, existen fuentes específicas que recogen recursos-e concretos, como son los directorios de BD, los catálogos comerciales de CD-ROM, de DVD, etc.

 

El formato de estos repertorios que recogen, ya sea recursos-e únicamente, ya sea recursos de todo tipo incluidos en los repertorios, puede variar. El papel ha sido el soporte usado más tradicionalmente para los repertorios, pero queda cada vez más superado por los soportes off-line (sometidos a sus correspondientes actualizaciones) y sobre todo por la conexión on-line, de actualización inmediata normalmente. Ambos ofrecen mayores prestaciones y ahorran espacio.