jueves, 31 de marzo de 2022

Lenguajes documentales

Una vez expuesto el análisis documental en su faceta de descripción del contenido, pasamos a ver los lenguajes documentales utilizados para llevar a cabo esta tarea.

 

Definición

 

Según Blanca Gil, el lenguaje documental es un “sistema artificial de signos normalizados que facilitan la representación formalizada del contenido de los documentos para permitir la recuperación manual o automática”.

 

Características

 

El lenguaje documental es utilizado tanto por el profesional de la información durante el tratamiento documental, como por el usuario para describir sus necesidades de información y realizar la búsqueda. Se trata por tanto de un lenguaje especial que convierte el lenguaje natural de uso diario en una serie de términos normalizados.

 

Los atributos fundamentales que todo lenguaje documental debe tener son la Exhaustividad y la Especificidad.

 

Los fenómenos que deben evitarse en un lenguaje documental son:

 

-       Ruido: documentos que sin haber sido solicitados son recuperados en una búsqueda documental.

-       Silencio: documentos existentes en el fondo documental que siendo relevantes para la búsqueda no son recuperados.

-       Redundancia: el lenguaje debe regirse por el principio de entropía, es decir, expresar el mayor significado posible con el menor número de términos.

 

-       Ambigüedad: el lenguaje documental ha de ser unívoco y preciso, de modo que se evite la multiplicidad de sentidos que tienen las palabras y signos del lenguaje corriente.

-       Sinonimia: se da cuando un solo concepto está representado por varios significantes. Es un accidente lingüístico muy habitual que debe ser controlado eligiendo un solo término que englobe a todos.

-       Polisemia: supone el caso inverso a la sinonimia. Se da cuando el mismo término se utiliza en distintos sentidos en distintas disciplinas.

 

Tipos

 

Existen diversos criterios para establecer la tipología de los lenguajes documentales. Los más extendidos son:

 

-       Según el control:

o    Libres: los lenguajes libres se van generando a posteriori del proceso de indización y son: las listas de descriptores libres o palabras clave.

o    Controlados: son la mayoría de los lenguajes documentales, presentan un vocabulario previamente elaborado: son las clasificaciones, los encabezamientos de materia y los tesauros.

 

-       Según la coordinación:

o    Precoordinados: los términos se combinan con anterioridad al tratamiento documental. Son lenguajes a priori, que están orientados mayormente a la clasificación.

o    Postcoordinados: los términos se combinan en el momento de la búsqueda o de la recuperación de la información. Son lenguajes a posteriori, orientados más a la indización. Se trata de las listas de palabras clave y los tesauros.

-       Según la estructura:

o    Lenguajes de estructura jerárquica: presentan una estructura arborescente en la que cada concepto depende de uno superior. Es el caso de las distintas clasificaciones, como por ejemplo la CDU.

o    Lenguajes de estructura combinatoria: los términos se relacionan con otros, permitiendo gran cantidad de combinaciones entre ellos. A este esquema responden por ejemplo los tesauros y las clasificaciones alfabéticas.

-       Según su campo de alcance:

o    Índices generales: pretenden recoger todo el saber humano.

o    Índices especializados: restringidos a un campo del conocimiento.

Listas de encabezamientos de materia (LEM)

 

Es un lenguaje precoordinado, de estructura combinatoria que consiste en listas alfabéticas de palabras capaces de representar los temas de un documento.

 

Las listas se componen de  encabezamientos y  subencabezamientos. El encabezamiento intenta condensar el tema sobre el que trata el documento. El subencabezamiento puede acompañar al encabezamiento para precisar o delimitar el sentido de la materia. Se coloca detrás del encabezamiento, separado por un guión. Los subencabezamientos pueden ser de materia, topográficos, cronológicos y de forma.

A su vez, los encabezamientos pueden ser simples o compuestos. El encabezamiento simple expresa la materia con una sola palabra y el encabezamiento compuesto expresa el tema del documento mediante dos o más palabras.

 

Los términos que componen las listas de encabezamiento se relacionan entre sí a través de referencias. Por ejemplo, se usa la expresión “véase” para remitir de un término no aceptado a uno aceptado.

 

Para asignar correctamente las materias a un documento, deberemos seguir los siguientes principios:

-       Principio de economía: evitar dar más de 3 entradas a un documento. Las obras sin tema definido no llevan materia.

-       Principio de especificidad: el término escogido debe representar esa materia concreta, eligiendo la más específica frente a la más general.

-       Principio lingüístico: uso del idioma del centro de información para las listas.

-       Principio de uniformidad: cada materia debe ser denominada siempre de la misma manera, huyendo de la ambigüedad y la polisemia.

-       Principio de uso: los términos deben establecerse en función de los usos terminológicos más habituales en el centro de trabajo y de las necesidades de los usuarios.

 

Como último aspecto de las LEM, citaremos la “Lista de encabezamientos de materia para las bibliotecas públicas”, cuya última edición fue publicada en 1987 por el Ministerio de Cultura.

 

Sistemas de clasificación

 

Un sistema de clasificación es un conjunto ordenado de conceptos que se presentan distribuidos sistemáticamente en clases conformando una estructura jerárquica. A cada documento se le asigna la materia mediante la notación. La notación es un sistema de símbolos, números o combinación de ambos que pretende designar brevemente las materias.

 

Existen varios tipos de sistemas de clasificación por su contenido:

 

-       Enciclopédicos: abarcan todas las ramas del saber. El más difundido y utilizado en España es la Clasificación Decimal Universal (CDU). Existen otros, que citaremos a continuación: Clasificación Dewey, Brunet, Cutter, Bliss o la LCC (Library of Congress Classification).

-       Especializados: profundizan en campos específicos del conocimiento, por lo que los términos utilizados corresponden a un área temática en particular. Algunas de las más conocidas clasificaciones de este tipo son la de la National Library of Medicine (EEUU), la Clasificación Decimal Astronáutica y la Clasificación de la OCDE.

-       Facetados: están estructurados por materias y se descomponen en facetas y estas a su vez en subfacetas. La Colon Classification, ideada por Ranganathan, es el prototipo de las clasificaciones por facetas. Cada materia se puede descomponer en personalidad, materia, energía, espacio y tiempo. Otra clasificación facetada es la de Vickery, que usaba mayúsculas y minúsculas para facetas y subfacetas respectivamente.

 

LA CDU

 

Como decimos, la CDU es la clasificación sistemática más difundida en España, aunque por supuesto no la única utilizada. Este sistema enumera el conocimiento  en 10 grandes grupos, y siguiendo el principio de subordinación lógica, cada uno de estos grupos puede subdividirse a su vez, y así sucesivamente descendiendo en el nivel jerárquico.

 

Es una clasificación decimal, puesto que los números se contemplan como si fueran fracciones decimales, de manera que cuanto más largo es el número, más específica es la materia.

De vocación universal y enciclopédica, la CDU se compone de tablas principales, tablas auxiliares comunes y especiales, y un índice alfabético.

 

Por último en cuanto a clasificaciones se refiere, señalar que muchos centros tienen ya diseñados sus propios sistemas para clasificar sus recursos de Internet. En este sentido, existen distintas herramientas a nivel internacional, como el MARC21 for Classification Data. Asimismo, se están desarrollando importantes iniciativas de normalización al respecto, la más destacada es la Dublín Core, que propone el establecimiento de unos determinados campos fijos de metadatos para esta tarea.

Tesauros

 

Lenguaje documental controlado, postcoordinado, de estructura combinatoria, y de contenido especializado que presenta un vocabulario estructurado y las relaciones semánticas de cada uno de sus términos, llamados descriptores. Los no descriptores son los términos no aceptados, que apuntarán a los términos aceptados.

 

Los términos que componen un tesauro se pueden estructurar de varias formas dentro del mismo tesauro. Citamos las más comunes:

-       Índice alfabético de descriptores y no descriptores: Dentro de este índice, las relaciones que pueden darse entre los términos son las siguientes:

o    Relaciones de equivalencia: controlan la sinonimia del lenguaje natural.
Todos los términos equivalentes (no descriptores) apuntan al descriptor correspondiente mediante la notación USE. El descriptor muestra a su vez cuáles son sus sinónimos o cuasisinónimos mediante la expresión UP (usado por).

o    Relaciones de jerarquía: expresan la relación de superioridad o inferioridad entre los conceptos mediante las expresiones TG (término genérico) y TE (término específico).

 

o    Relaciones de asociación: la relación entre los términos es recíproca, los descriptores aparecen asociados porque las materias que representan están ligadas conceptualmente. La relación se expresa mediante la expresión TR (término relacionado).

-       Índice sistemático: contiene los descriptores estructurados en función de las jerarquías establecidas en el tesauro. Ofrece las “familias” de términos, lo que facilita la obtención de una visión de conjunto de la información que contiene el tesauro.

-       Índice permutado: Además de las formas de presentación analizadas anteriormente, el tesauro suele traer un índice permutado o índice KWIC. Este recoge los descriptores y no descriptores ordenados alfabéticamente, aunque su particularidad  reside en que recoge también todos los elementos de los términos compuestos, para facilitar la búsqueda por la segunda parte de cualquier sintagma.

 

Aunque cada tesauro tiene sus características físicas y estructurales, se tiende a que los descriptores se diferencien del resto del texto mediante la tipografía negrita. Además, los descriptores suelen ser sustantivos, los nombres contables van en plural y los incontables en singular.
Para acabar con los tesauros, diremos que son herramientas vivas, que deben ser mantenidas y actualizadas periódicamente para cumplir su labor con eficacia.

  

martes, 29 de marzo de 2022

Análisis documental

DEFINICIÓN

 

(Rosa Garrido) “Conjunto de operaciones que conducen a representar el contenido y forma del documento primario de modo distinto al original, elaborando el llamado documento secundario dotado de todos los elementos informativos necesarios que permiten tanto su identificación como su recuperación”.

 

El análisis documental se desarrolla y evoluciona dentro de la Ciencia de la Documentación y se encuadra dentro del llamado tratamiento documental. Todo documento  que forma parte de un fondo documental atraviesa un proceso documental.

 

El análisis documental asume un papel de intermediario en el proceso de circulación de la información entre el productor y el usuario.

 

ORÍGENES

 

El análisis documental tiene su origen en el mismo cuerpo de la Documentación. Surge a finales del siglo XIX tras la llamada explosión de la información, que desbordó los sistemas tradicionales utilizados hasta el momento. Fue entonces cuando el estudioso belga Paul Otlet propuso nuevos métodos para el control y difusión de la información.

 

FASES

 

El análisis documental consta de dos fases: análisis formal y análisis de contenido.

El análisis documental implica por tanto la identificación precisa del documento original, tanto en sus aspectos formales como de contenido, por medio de un conjunto de normas específicas para cada caso. Estas operaciones se harán con mayor o menor profundidad según el tipo de centro que se trate y de las políticas internas.

 

Algunos autores sostienen, sin embargo, que el análisis documental comprende únicamente el análisis de contenido.


Pasamos a ver de forma detallada cada una de estas fases:

 

ANÁLISIS FORMAL

 

Conceptos básicos

 

El análisis formal o externo se da cuando analizamos el continente del documento identificando sus datos externos de modo que proporcionemos una descripción individual de éste. Este análisis se realiza mediante la CATALOGACIÓN. La catalogación, cuyo fin último es la elaboración de catálogos, es el “proceso de describir los elementos informativos que permiten identificar un documento y de establecer los puntos de acceso que van a permitir recuperarlo por el título, autor o materia que se conocen de antemano”.

 

El asiento bibliográfico

 

El producto obtenido tras la catalogación de un documento es el asiento bibliográfico. Así pues, la suma de asientos bibliográficos conformará el catálogo. Un registro bibliográfico se compone básicamente de tres partes bien diferenciadas y con distintos propósitos:

 

-       Descripción bibliográfica: conjunto de datos bibliográficos que se redactan de acuerdo a unas reglas y que son necesarios para poder diferenciar un documento de otro similar.


Las normas reconocidas internacionalmente para la descripción bibliográfica son las ISBD. En España se usan las Reglas de Catalogación, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

 

-       Puntos de acceso al registro: Consiste en dotar al documento de las entradas necesarias que permitan ordenarlo y recuperarlo dentro del catálogo. Su objetivo es la localización y recuperación posterior del documento.
La normalización de los puntos de acceso se llama control de autoridades. Es la parte más problemática del registro bibliográfico, al no existir un código internacionalmente aceptado para su redacción. Hay un punto de acceso principal, llamado encabezamiento, y otros secundarios. Según su contenido, los puntos de acceso pueden ser de dos tipos:  autores personales, corporativos o título, lo que viene a ser la catalogación descriptiva, o  temáticos, lo que viene a ser la catalogación por materias.

-       Datos de localización física: normalmente mediante signatura topográfica.

 

Catalogación automatizada


Para cerrar el tema del análisis formal, diremos que todo el proceso de catalogación se desarrolla hoy en día en un entorno eminentemente tecnológico, gracias en gran medida al uso generalizado de los formatos MARC. El formato MARC español se denomina IBERMARC.

 

ANÁLISIS DE CONTENIDO

 

Concepto

 

El análisis de contenido afecta al contenido intelectual transmitido por cada documento, del que se pretende extraer su significado. El análisis de contenido persigue una representación conceptual de la información, así como proporcionar una recuperación colectiva de los documentos.


Aunque no existe una metodología única para el análisis de contenido, existen tres fases ineludibles para este proceso, que son:  lectura comprensiva,  análisis y  síntesis. Esta última es la más delicada, y supone recomponer la información desmenuzada en la fase de análisis, donde el documentalista debe saber conjugar sus cualidades, habilidades y conocimientos.

 

En cuanto al grado de automatización de estos procesos, sorprende que hoy en día todas las operaciones del análisis de contenido, esto es, la clasificación, la indización y el resumen, sean casi en su totalidad producto del esfuerzo intelectual humano. Existen, no obstante, distintos instrumentos de automatización, pero sus resultados no alcanzan los niveles de precisión y exhaustividad conseguidos en los entornos bibliográficos.

 

Operaciones

 

Como decimos, las operaciones documentales que se desarrollan para la descripción del contenido de los documentos son la clasificación, la indización y el resumen. Veámoslos uno a uno:

-       Clasificación: Clasificar es agrupar los materiales por su contenido con objeto de facilitar su situación y búsqueda. También se llama así al lenguaje de clasificación que divide un dominio de la realidad en una serie ordenada de clases y subclases, yendo de lo general a lo particular. Los sistemas de clasificación pueden ser alfabéticos, como las listas de encabezamiento de materias, o sistemáticos, como la CDU.

-       Indización: es la técnica de caracterizar el contenido de un documento o de una consulta reteniendo las ideas más representativas para traducirlas a unos términos de indización adecuados, bien procedentes del lenguaje natural o de un lenguaje documental previamente elaborado. El instrumento básico de trabajo del indizador es el tesauro.

  

-       Resumen: Según la norma UNE 50-103:1990 “el resumen constituye la representación abreviada, precisa y objetiva del contenido del documento original”. El resumen, como producto documental, es un documento secundario en sentido amplio, que contiene información completa y representativa del documento primario, de cara a asegurar la transmisión de los contenidos del mismo.

  

jueves, 24 de marzo de 2022

Las revistas electrónicas

v  CONCEPTO

García Camarero y García Melero definen la revista electrónica como el “conjunto de artículos ordenados, publicados bajo la responsabilidad de una institución y distribuidos a través de redes de ordenadores”.

 

La revista electrónica en sentido estricto es aquella concebida exclusivamente para el entorno electrónico, sin correspondencia en papel.

v  SITUACIÓN ACTUAL

La realidad muestra, sin embargo, que estamos viviendo la transición de la revista en papel a la revista digital totalmente desvinculada de su edición impresa. Por ello, un gran parte de las publicaciones electrónicas tienen su antecedente directo en una publicación impresa. Las llamadas STM (Scientific, Technical, Medical) fueron las primeras en orientarse hacia la edición electrónica.

Hoy en día conviven distintas modalidades entorno a la revista electrónica, ya que la versión impresa y la digital pueden coexistir, o existir únicamente la edición electrónica, una vez abandonado el formato papel.

 

Además, existen en el mercado de la información revista electrónicas de origen, en fase de plena implantación y aceptación por parte de la comunidad científica.

 

Existen varios soportes de almacenamiento de la revista electrónica: cinta magnética, CD-ROM, DVD o servidores de Internet, aunque las revistas científicas se inclinan mayoritariamente por la Red, por las indudables ventajas que presenta.

 

En cuanto a los formatos, no existe todavía uno universalmente aceptado por los editores. Son habituales HTML, PDF, SGML, XML…

 

Para controlar el acceso a las revistas electrónicas de pago, puede hacerse mediante usuario y contraseña o mediante autentificación de la dirección IP. Otra alternativa es el uso de certificados digitales, como en el proyecto PAPI, de RedIris.

Existen muchas modalidades de facturación. Es habitual realizar suscripciones con proveedores para acceder así a grandes colecciones temáticas o a todo su fondo editorial. Aunque estos “packs” de revistas suelen tener precios asignados, las instituciones pueden negociar a nivel individual, con lo que consiguen normalmente descuentos en las revistas impresas a cambio de la compra de la versión electrónica de las mismas. Otra modalidad cada vez más extendida es la adquisición conjunta a través de consorcios de bibliotecas. Además de la suscripción clásica, existe la posibilidad de pagar únicamente por un determinado artículo de una revista, procedimiento conocido como “pay per view” (pago por visión).

 

Para el enlazado de las revistas electrónicas dentro del site de cada distribuidor ha resultado fundamental el desarrollo de la tecnología DOI (Digital Object Identifier), basado en la norma ANSI/NISO Z39.84, y los programas Crossref y SFX.

v  VENTAJAS

Entre las ventajas que presentan las revista electrónicas están las siguientes:

 

- Rapidez en la difusión.

- Bajos costos de producción, no hay ni impresión ni distribución.

- Se evitan situaciones habituales en las hemerotecas como retrasos en la llegada, pérdidas, sellado, colocación del dispositivo antihurto, ordenación física, almacenamiento, deterioro, encuadernación.

- Ahorro de papel, desde el punto de vista ecológico, pero sobre todo desde el punto de vista del ahorro de espacio.

- Posibilidad de consulta simultánea.

- Posibilidad de consulta al margen de las coordenadas espacio/tiempo.

- Contenido multimedia e hipertexto. Los enlaces a otros recursos desde la revista electrónica favorecen la comunicación científica: enlaces al e-mail del investigador firmante, a artículos citados, a otras revistas, etc.

v  INCONVENIENTES

 

- Acceso vs. Propiedad. Cuando se consulta una revista electrónica a la que la biblioteca está suscrita, se accede a un servidor remoto, donde se encuentra la información almacenada. El problema estriba en que no siempre existen garantías suficientes de que una vez cancelada la suscripción sigamos teniendo acceso a los números retrospectivos que un día fueron “nuestros”, al no quedar en la biblioteca ningún bien físico, como ocurre con el papel.

 

- Preservación de cara al futuro. Dada la volatilidad de la información en Internet, nada garantiza que la información electrónica de un repositorio vaya a permanecer allí siempre si la revista o la editorial desaparecen. No olvidemos que al fin y al cabo son negocios con intereses comerciales. Bien es verdad que es habitual publicar en soportes ópticos los números anteriores de revistas, pero no existe una forma normalizada de conservar dicha información para generaciones futuras. En este sentido, reseñamos la existencia de interesantes proyectos como ECO (de OCLC), JSTOR y SCIELO.

 

- Los derechos de autor son otro tema candente en las bibliotecas en general y en las revistas electrónicas en particular. Las posibilidades de reproducción, impresión y copia son ilimitadas en la edición electrónica. La inminente ley española de propiedad intelectual, elaborada a partir de la Directiva de la UE de 2001, favorecerá que los autores reciban un pago por el uso que se haga de sus trabajos, lo que ha generado polémica en el ámbito bibliotecario.

- Necesidad de un equipo informático con conexión para su consulta. Esto implica por una parte gastos de mantenimiento (en el caso de que se trate de un equipo de la biblioteca) y por otra la presunción de que los usuarios potenciales están alfabetizados digitalmente.

 

- Incomodidad de leer en pantalla.

 

- Imposibilidad de hojear la revista, de cara al descubrimiento fortuito de información de interés.

 

- Velocidad de acceso no satisfactoria en la mayoría de los casos.

 

- En el caso de las revistas electrónicas sin versión en papel, al no tener un respaldo de prestigio (como una gran editorial o una institución), los autores se muestran reacios a ver sus trabajos publicados en ellas. Esto se explica también por el hecho de que no existen comités científicos con autoridad suficiente para asegurar la calidad de los artículos.

 

- Por último, pero no menos importante, está el grave problema de la negociación de licencias con editores y proveedores. Las licencias son los contratos por los que se establecen las condiciones de uso de los productos de información. Estas licencias son a menudo abusivas, ya que restan derechos a las bibliotecas para favorecer a los editores. En este sentido, la adquisición cooperativa mediante consorcios se está convirtiendo en la manera más rentable y práctica de combatir, por una parte, los elevados precios, y por otra, las cláusulas perjudiciales para la biblioteca.

 

martes, 22 de marzo de 2022

Gestión de la colección de publicaciones periódicas

 

La gestión de la colección de publicaciones periódicas es un aspecto de vital importancia para la biblioteca, ya que éstas, ya sean impresas o electrónicas, consumen gran parte del presupuesto de la biblioteca, al tener gran demanda y resolver una gran porción de consultas. Una suscripción anual a una revista puede llegar a costar entre 3.000 y 6.000 euros aproximadamente, y eso sin ni siquiera estar la primera de su categoría en el ranking del JCR. Por ello se tendrá especial cuidado en su selección (Comités de Biblioteca) y evaluación (métodos directos e indirectos).

La normalización para la identificación de las publicaciones periódicas tiene su reflejo en el ISSN (International Standard Serial Number). Se asigna un ISSN a cada publicación seriada, para identificarla unívocamente. Además, si la publicación tiene una versión electrónica, ésta deberá recibir su propio ISSN.

Existen importantes repertorios de publicaciones periódicas, como el Ulrich’s y The Serials Directory (EBSCO). En el ámbito español, el Catálogo Colectivo de Publicaciones Periódicas. Existen también directorios de revistas electrónicas exclusivamente, como New Jour.

jueves, 17 de marzo de 2022

Publicaciones periódicas. Revistas científicas

 

v  DEFINICIONES

 

·         Publicaciones periódicas: según Martínez de Sousa, publicaciones periódicas son las publicaciones seriadas con periodicidad fija e inferior a un año. Dentro de esta categoría se encuadran las revistas y los diarios.

 

·         Revista: publicación periódica no diaria. Las revistas científicas y/o especializadas son el medio fundamental de comunicación científica.

v  CARACTERÍSTICAS


Las características de las revistas científicas son las siguientes:

 

·         Título común (que puede variar a lo largo de la vida de la revista).

·         Publicación en curso: los fascículos se publican sucesivamente a intervalos de tiempo determinados.

·         Duración indefinida.

·         Autoría colectiva.

·         Carácter acumulativo de la información publicada: los conocimientos no se sustituyen ni se solapan, se complementan.

·         Naturaleza dinámica. Las publicaciones periódicas plantean serios problemas para su control bibliográfico, ya que, además de existir gran número de títulos, éstas se caracterizan por su gran dinamismo: cambios de título, periodicidad, edición, línea editorial, ceses, reanudaciones, absorciones, etc.

 

 

v  EDICIÓN DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS CIENTÍFICAS

 

·         El artículo de revista es en la actualidad el vehículo de comunicación científica por excelencia, especialmente en Ciencia y Tecnología (leen 8 artículos por cada libro) y en menor medida en Ciencias Sociales (1 monografía por cada artículo). Las Humanidades se encuentran más apegadas al libro impreso que al artículo de revista, aunque éste va ganando terreno paulatinamente. La mayoría de las revistas científicas más leídas están en inglés y ofrecen resumen.

 

·         El proceso de investigación en cualquier ámbito científico tiene un carácter cíclico: el investigador consume información para desarrollar su labor y después la produce, al plasmar su trabajo por escrito. Esta información será utilizada a su vez por otras personas en su quehacer investigador.

 

Las citas que hacen los científicos en sus artículos a otros trabajos a los que han recurrido para desarrollar su investigación ofrecen una idea de cómo la información es reutilizada y nuevamente generada.

 

Existe una fuente que recoge las citas que realizan los científicos en sus trabajos sobre otros trabajos: se trata de una Base de Datos del ISI llamada Science Citation Index (SCI). Gracias a este producto es posible detectar los llamados “colegios invisibles” y las líneas de investigación más punteras.

A su vez, esta Base de Datos tiene un suplemento llamado Journal Citation Reports (JCR), comúnmente llamado “índice de impacto”, con gran credibilidad en el entorno científico. Este mide el impacto de las revistas en la comunidad científica a partir del número de citas que recibe cada artículo de cada revista. Las revistas más citadas pasan a ser las más prestigiosas en su ámbito, según su posición en el ranking, por lo que los investigadores desean publicar sus trabajos en ellas principalmente. Este producto es también de utilidad para las bibliotecas a la hora de seleccionar los títulos a los que suscribirse.

·         El proceso editorial: existen unos pasos determinados desde que un trabajo es redactado hasta que ve la luz como artículo de revista.

1. Primeramente, el autor envía a su círculo de colegas un borrador (llamado working paper) para someterlo a su criterio. Tradicionalmente eran publicaciones en precario, grapadas y enviadas por correo. En la actualidad el correo-e se ha impuesto para este tipo de envíos. Estos working papers son muy codiciados porque tienen los últimos resultados de una investigación en marcha o recién acabada. Los working papers suelen ser depositados en bibliotecas universitarias, que además hacen canje con ellos. Muchos de ellos son también recogidos en la Base de Datos SIGLE, especializada en Literatura Gris.

2. Cuando el autor del trabajo incorpora las aportaciones dadas por su comunidad científica, se envía el pre-print al editor de la revista. Los artículos deben presentarse siguiendo las instrucciones del editor. Éstas pueden variar de unas revistas a otras, pero que en todo caso llevan los siguientes elementos: título del artículo, nombre del autor/es y filiación, resumen y referencias bibliográficas.

Una vez en manos del editor, el trabajo vuelve a ser estudiado, esta vez mediante el sistema de revisión por expertos (designados por la revista) llamado peer review. Estos expertos, también llamados referees, se encargan de garantizar la calidad de los trabajos y tienen la última palabra sobre la decisión de publicarlo o no. Existen detractores de este sistema, ya que no siempre garantiza esa calidad deseada, ralentiza el acceso a información de actualidad (pueden pasar meses) y puede ser víctima de presiones e influencias.

·         Ya no es novedoso para nadie el hablar de la información como una materia prima susceptible de ser explotada y comercializada con fines lucrativos. Existen en el negocio de la información científica tres eslabones fundamentales: editores, distribuidores y consumidores. El papel de cada uno de ellos parece redefinirse día a día en este mundo de constantes cambios, fusiones y nuevos proyectos.

 

·         Los editores son los productores de la información. Pueden ser casas comerciales (como Elsevier, Kluwer, Academic Press, John Wiley & Sons, Blackwell, Springer, Emerald), sociedades científicas o instituciones (Institut of Physics, Institution of Electrical and Electronic Engineers, IEEE), universidades, etc.

 

·         Los distribuidores tratan la información y la hacen llegar al consumidor. La mayoría se han adaptado al mundo digital. Almacenan en sus servidores la información y proporcionan acceso a la misma. Se han convertido en verdaderas pasarelas electrónicas desde las que consultar desde una única interfaz la colección de revistas que distribuyen. Además, muchos ofrecen servicios de valor añadido, como motores de búsqueda, alertas y Difusión Selectiva de Información. Destacamos Ebsco, Silverplatter, Ovid, Swets, Bell & Howell.

 

·         El consumidor de la información es el investigador, normalmente a través de un centro de documentación o biblioteca, que gestiona las suscripciones.


Cada vez más, los editores toman la iniciativa de ser ellos mismos los distribuidores de sus productos. Los distribuidores han formado un auténtico oligopolio de las publicaciones científicas, lo que repercute en los precios, que suben vertiginosamente, a pesar del ahorro de costes que les supone la edición electrónica.

 

·         Dado que la rápida difusión de los contenidos de una revista es vital para la comunidad científica, existen desde hace décadas repertorios bibliográficos que recogen sumarios de revistas. En la actualidad, estos productos permiten dar noticia de los artículos a través de la red, incluso semanas antes de su publicación. Ejemplo de ello es la BD del ISI llamada Current Contents, que permite además acceder al texto completo de la revista.

La variada oferta de productos de información científica que se da actualmente en las bibliotecas universitarias está provocando un fenómeno indeseable, pero habitual, como es el pagar dos veces por el mismo contenido: por un lado se paga la suscripción a la revista impresa, con la que se obtiene normalmente el acceso al texto electrónico, y por otra se paga el acceso a Bases de Datos bibliográficas, con amplias posibilidades de búsqueda y de recuperación del texto completo de las revistas.