DICHO INTRODUCTORIO
El arte de hacerse respetar consiste en mantener la calma, actuar con dignidad y expresarse
claramente sin atacar a nadie. Determinación elegante en des de gritos exaltados, comunicación
clara en vez de mutismo desvalido.
LA POSTURA REGIA
- El lenguaje corporal expresa sin palabras tu estado de ánimo.
- Cuida tu lenguaje corporal en las conversaciones importantes.
- Tu lenguaje corporal muestra si tienes o no seguridad.
- De tu lenguaje corporal depende en gran parte que parezcas convincente y creíble.
- La postura regia también te da seguridad interior.
- Al principio de una conversación procura no moverte con demasiado nerviosismo.
- Tu postura regia la compone un cuerpo erguido, relajado y que trasmite dignidad.
- La postura regia hará surgir en ti una determinación serena y la capacidad de superarte.
- Si te sientas o estás de pie majestuosamente, adoptarás de manera automática una
postura digna. Mostrarás que eres respetable.
- Adopta tu postura regia cuando te sientas intimidado.
- A las personas con un lenguaje corporal inseguro y apocado no les suelen tomar en
serio.
- Todos tenemos nuestro propio estilo al adoptar la postura regía.
- La dignidad que trasmites estimula a los demás a dispensarte un trato digno.
- Un lenguaje corporal excesivamente complaciente suele expresar indefinición y
sumisión.
- Si solo transmitimos complacencia, corremos el peligro de que nos dominen en las
conversaciones.
- Es muy fácil abordar por sorpresa en una conversación a quienes son demasiado
complacientes y agradables.
- En las conversaciones, mantén los ojos a la altura de los de tu interlocutor.
- Es más importante ser respetado que caer bien.
- Tienes derecho a que te pregunten antes de aceptar un trabajo.
- Si quieres cambiar el curso de una conversación, antes tienes que cambiar tu lenguaje
corporal.
- Tu sonrisa parecerá siempre majestuosa si la combinas con una postura regia.
- Procura que tus gestos subrayen tus palabras.
- Tienes derecho a mantenerte al margen del humor y del estado de ánimo de los demás.
- Te digan lo que te digan, no te alteres. Puedes ponerte tu coraza y mantener la
serenidad.
- Tu coraza te permitirá escuchar atentamente a tu interlocutor sin alterarte.
- Ponte la coraza cuando le tengas alergia a alguien.
- Es inútil querer obtener reconocimiento de quien no puede dártelo. El único
reconocimiento que realmente necesitas es el tuyo.
- Tienes derecho a ser como eres. Y los demás también pueden ser como son.
- Tu coraza impide que las palabras de los demás te afecten.
- Tienes derecho a no sentirte responsable de las penas de los demás.
- Tu coraza te ayuda a hablar objetivamente de temas embarazosos.
- La coraza no tiene que ser permanente. Solo es una posibilidad a la que puedes recurrir
para conseguir mantener la calma en situaciones complicadas.
Con la postura regia podrás:
• Parecer seguro de ti mismo aunque te sientas inseguro.
• Conseguir que te tomen en serio y te escuchen.
• Aumentar tu autoridad y credibilidad.
• Hablar con tranquilidad y de un modo convincente.
• Reforzar tu autoestima y reducir el nerviosismo.
• Pensar mejor durante las conversaciones y responder más reflexivamente.
La postura regia estando sentado:
• Cuando te sientes en una silla o en un sillón, ocupa toda la superficie que necesites. No
te encojas ni en un borde ni en un rincón.
• Siéntate de manera que puedas mantener la espalda erguida y estirada. Si quieres,
apóyate en el respaldo.
• Ensancha los hombros y bájalos un poco.
• No cruces las piernas. Pon los pies en el suelo y no los escondas debajo del asiento.
• No cruces los brazos, apóyalos relajadamente en los reposabrazos o coloca las manos
sobre tus piernas.
• Evita los gestos de nerviosismo y no te encojas.
• Mantén el contacto visual con tu interlocutor, pero no lo mires todo el tiempo.
• Respira relajadamente y trasmite tu dignidad natural.
La postura regia estando de pie:
• Deja que tu espalda sea todo lo larga que eres.
• Ensancha los hombros y bájalos un poco.
• Mantén la cabeza alta, que pueda moverse libremente.
• Descansa cómodamente sobre las dos piernas.
• Deja colgar los brazos relajadamente.
• Evita los gestos de nerviosismo y no te encojas.
• Mantén el contacto visual con tu interlocutor, pero no lo mires todo el tiempo.
• Respira relajadamente y trasmite tu dignidad natural.
La postura regia al caminar:
• No corras y no te apresures; camina como si fueras de la nobleza.
• Muévete con calma y serenidad.
• Mantén la cabeza alta.
• Relaja los músculos de la cara.
• Procura bajar y ensanchar los hombros.
• Deja que los brazos se muevan en consonancia.
La práctica cotidiana de la postura regia:
• Antes de entrar en una empresa, en un comercio o en un restaurante, adopta la postura
regia. Repásate de los pies a la cabeza y deja que la majestuosidad fluya por todo tu
cuerpo.
• Antes de ponerte en marcha, respira profundamente una cuantas veces. De este modo
tu voz sonará más relajada y tu cerebro recibirá suficiente oxígeno.
• Procura no contraer los músculos innecesariamente. No eres un soldado a punto de
entrar en combate, sino una reina o un rey en una recepción informal. Relájate.
• No te preocupes demasiado por encontrar las palabras correctas. Tu postura regia
repercute en ti y hace que las palabras adecuadas acudan por si solas a tu mente.
Déjate inspirar por la dignidad que trasmites.
La señal del soy importante:
• Postura erguida.
• Contacto visual claro.
• Movimientos tranquilos.
• Una expresión amable y majestuosa en el rostro.
Así evitarás que se aprovechen de ti:
• Adopta tu postura regia al iniciar una conversación.
• Mantén tus ojos a la altura de los de tu interlocutor. Si está de pie, levántate tu también o
pídele que se siente.
• Tu escritorio no es un asiento.
• No tiene nada de mala que sonrías amablemente para saludar a tu interlocutor. Pero pon
cara de póquer cuando le estás escuchando. Evitar asentir automáticamente con la
cabeza.
• Sobre todo, no sonrías y no hagas gestos de conformidad cuando tu interlocutor
desgrane su típica historia de sufrimiento porque tiene mucho trabajo.
• Muestra de manera inequívoca lo que quieres. Adopta una postura negativa clara
cuando el compañero diga o te pida algo con lo que no estés de acuerdo. Sacude la
cabeza y rompe el contacto visual. Si tu interlocutor sigue intentando convencerte,
puedes levantarte bruscamente o darte la vuelta y pronunciar un rotundo no o basta.
• Si a pesar de todo el colega sigue dejando su trabajo encima de tu mesa y desaparece,
llámalo enseguida por teléfono y comunícale escuetamente que ha olvidado los
documentos y que haga el favor de pasar a recogerlos.
Si alguien no para de hablar nivel I:
• Adopta tu postura regia.
• Cambia la expresión amable e interesada de tu cara por una neutral.
• Deja de sonreír y de asentir con la cabeza.
• Rompe el contacto visual con tu interlocutor y mira hacia otro lado.
Si alguien no para de hablar nivel II:
• Apártate un poco de tu interlocutor, aumenta la distancia entre ambos.
• Entretente con algo: mira la hora, busca un caramelo de menta, anota algo en la agenda
o revisa lo que llevas en los bolsillos de la chaqueta.
Si alguien no para de hablar nivel III:
• Frena con palabras la cháchara de tu interlocutor. Puedes hacerlo con suavidad y
amablemente. Aprovecha el momento en que tu interlocutor coja aire y dile, lo siento
pero no puedo seguir hablando contigo. O dile sin rodeos: muy interesante, pero
ahora no tengo tiempo. O bien: Ah, antes de que se me olvide, quería comentarte
una cosa y es que… y sigues hablando.
Si alguien no para de hablar nivel IV o como evitar por anticipado una charla eterna:
• En la siguiente reunión, márcale un límite a tu interlocutor. Hazlo con determinación,
pero amablemente. Dile algo así como: Sí, ya se que tienes muchas cosas que
contarme. Pero yo también tengo algo importante que decirte. Y, para que no se
me olvide, prefiero comentártelo ahora mismo. Se trata de… y sigues hablando.
Tu coraza:
• Adopta tu postura regia. Respira tranquila y profundamente. Relájate.
• Imagina que a tu alrededor hay un blindaje invisible de cristal. A través de ese cristal
durísimo, puedes verlo y oírlo todo perfectamente, pero nada puede herirte. Nada
peligroso puede atravesar un blindaje tan resistente. Esa es tu coraza.
• No tengas prisa. Nota como esa delimitación imaginaria te protege. Te enteras de todo,
pero todo se queda al otro lado de la coraza.
• Determinadas ideas pueden ayudarte a levantar tu coraza en un instante. Prueba con
frases como Ya se arreglarán, esto no tiene nada que ver conmigo, No haré caso de
ese comentario.
• Pon primero a prueba tu coraza en situaciones anodinas. Después, cuando estés más
seguro, disfrutarás poniéndote la coraza y comprobando su eficacia también en
situaciones complicadas.
Con la postura regia podrás:
• Parecer seguro de ti mismo aunque te sientas inseguro.
• Conseguir que te tomen en serio y te escuchen.
• Aumentar tu autoridad y tu credibilidad.
• Hablar con tranquilidad y de un modo convincente.
• Reforzar tu autoconfianza y reducir el nerviosismo.
• Pensar mejor durante las conversaciones y responder más reflexivamente.
LA VOLUNTAD FIRME
- Si te lo callas, nadie sabrá que necesitas.
- Tienes derecho a pedir lo que deseas.
- Solo hay una persona en el mundo que pueda juzgar si tus deseos son desmedidos o no
y esa persona eres tu.
- Tus deseos y tus necesidades forman parte de ti: No hay ningún motivo para
avergonzarte de ello, ni para ocultarlo.
- También en una entrevista de trabajo tienes derecho a establecer lo que tu deseas del
nuevo empleo.
- Si estás indignado o desconcertado, abre la boca, habla del tema.
- Cavilar demasiado sepulta la autoconfianza.
- No esperes a que los demás vengan a ti. Actúa y pide una entrevista.
- La discreción silenciosa no suele verse recompensada.
- Entre tus competencias también se incluye la de erigirte en abogado de tus propios
intereses.
- Tu interlocutor sólo puede satisfacer tu petición si está a su alcance.
- No intentes cambiar el carácter de nadie.
- Dirige tu petición allí donde puedan satisfacerla.
- Las largas explicaciones suelen provocar más confusión que comprensión.
- No tienes que razonar tu petición
- Con nuestra manera de hablar de nosotros mismos mostramos a los demás como
pueden tratarnos.
- No hables mal de ti cuando pidas ayuda.
- Muchas veces las indirectas no se entienden.
- Cuanto más claramente expreses tu petición, más posibilidades tienes de que te
entiendan.
- Una petición formulada con amabilidad será aceptada antes.
- Cuanto más ataques a tu interlocutor, menos posibilidades tienes de que acceda a tus
deseos.
- Ningún sentimiento tiene nada de malo, tampoco el enfado.
- No eches la mano de tu enfado a los demás. Nadie puede enojarte. Eres tu quien lo
hace.
- Habla de tus sentimientos y de tus deseos en vez de acusar al otro.
- Habla de tus deseos con los demás, aunque haga mucho que los conozcas.
- La mayoría de relaciones no terminan a causa de una pelea, sino del silencio.
- No permitas que la palabra egoísta te provoque sentimientos de culpa.
- No dependas del juicio de los demás.
- Al formular una petición, das a los demás la oportunidad de que te la concedan.
- Tus peticiones no son una carga, sino un signo de tu autoconfianza.
- Si piensas de antemano no servirá de nada, tu mismo te bloqueas.
- Un no, no es una derrota; solo una respuesta.
- A veces un no es solo una etapa en una conversación.
- Siempre merece la pena formular una petición, aunque se reciba un no por respuesta.
La voluntad firme:
• Elige el momento adecuado.
• Exprésate con precisión y amabilidad.
• No pidas demasiado de golpe.
• Mantén una actitud positiva.
Así pedirás ayuda con seguridad:
• Adopta la postura regia.
• Permítete no saber hacer algo o no poder hacerlo solo.
• Cuando pidas ayuda, describe hechos objetivos y añade a tu petición una frase breve.
• Acto seguido da las gracias por la ayuda.
Así se reclama sin atacar a nadie:
• Habla con tu interlocutor sin echarle la culpa, sin usar un tono airado ni palabras
ofensivas.
• Concéntrate en lo que quieres de tu interlocutor.
• Escucha con atención lo que te responden.
• Repite tu deseo.
Como conseguir algo después de un no:
• Pregunta los motivos del no.
• Pide consejos y soluciones a tu interlocutor.
• Escucha con atención a tu interlocutor.
• Empieza a negociar.
Con la voluntad firme podrás:
• Formular tus propias necesidades con palabras claras.
• Encontrar el valor para expresar claramente un ruego.
• Decir de manera inequívoca que necesitas.
• Expresarte de manera que tu interlocutor se incline a acceder a tu petición.
• Encajar con serenidad una posible negativa.
LA NEGATIVA AMABLE
- Decir no te protege del peligro de malgastar tu tiempo y tu energía.
- La tarea de autoafirmarse no acaba nunca. Es un proceso que dura toda la vida.
- Si dices si demasiado a menudo, corres el riesgo de que los demás se aprovechen de ti.
- No toleres humillaciones ni ofensas. Di no inmediatamente y con dureza.
- Nunca rías una gracia denigrante.
- No responsas a una ofensa con otra ofensa. Limítate a decir no.
- Con tu no serás más realista. Reconoce que hay cosas que te molestan.
- Al relacionarnos con los demás, necesitamos siempre ambas cosas el si y el no.
- Un no reprimido puede transformarse en ira.
- Conteniéndonos y callando no creamos armonía.
- Comprender a alguien no significa que haya que decir si automáticamente.
- No intentes comprender solo a los demás. Compréndete también a ti mismo.
- Tienes derecho a pensar con tranquilidad antes de decir si o no.
- Cuando te presionan, la mejor respuesta es lo pensaré.
- Puedes condicionar tu si a una petición o combinar tu no con una propuesta de solución.
- Para mantener una buena relación necesitas ambas cosas tu si y tu no.
- Tus límites indican donde empieza tu esfera privada y allí decides tu.
- Responsabilízate de tu propia vida. Y no te metas en la vida de los demás.
- Si quieres ayudar a los demás, pregunta antes si tu ayuda es bien recibida.
- Una falta de delimitación parece invitar a los demás a depositar allí su carga.
- Antes de decidir examina que ventajas y que inconvenientes tendría un no o un si.
- Tu no eres responsable de cómo se sentirá tu interlocutor después de haberle dicho no.
- La mala conciencia disminuirá cuando te des cuenta de que tus negativas no son
dañinas.
- Deja de ser el responsable permanente y gestiona un nuevo acuerdo.
- Sin buena voluntad por parte de todos, los acuerdos no funcionan.
- Si alguien se hace cargo siempre de las tareas de los demás, rápidamente se convierte
en el responsable permanente.
- Es mejor distribuir las tareas que quejarse de la carga.
- Las llamadas al orden y las amonestaciones a menudo no sirven de nada. Es mejor un
plan concreto con una distribución clara de las tareas.
- Ser consecuente significa también no aceptar excusas.
- Toma las riendas de la conversación. Encáuzala y propón nuevas reglas.
- Hazte a la idea de que los demás no quieren renunciar de buenas a primeras a las
comodidades de costumbre.
- Deja que lo hagan los demás. Aprende a mirar tranquilamente en vez de cargar con
todo.
Que ocurre cuando pones pocos límites:
• Tiras del carro.
• Nadie te hace caso.
• Se entrometen en tus asuntos.
• Te responsabilizas de los desamparados.
Decir no:
• Reconocer el propio no.
• Decir no.
• No justificarse.
• Perseverar con obstinación.
Como defenderse de las humillaciones con un rotundo no:
• Levántate de inmediato y adopta la postura regia más imponente que puedas.
• Habla más alto y en un tono más profundo de lo habitual.
• Lánzale una mirada penetrante a tu interlocutor.
• Pronuncia en voz alta y severa una o dos frases que lo pongan en su sitio.
• No te enredes en una discusión.
• Si es necesario, repite tu no con las mismas palabras una y otra vez.
La forma amable de decir no:
• Admite que hay cosas que no te parecen bien o te molestan.
• Adopta la postura regia y ponte la coraza.
• Habla en tono tranquilo y neutral.
• Pronuncia el nombre del afectado, eso le dará mas importancia a tus comentarios.
• Si tu interlocutor no te toma en serio, repite tu no con voz tranquila las veces que haga
falta.
Mostrar comprensión y a pesar de todo decir no:
• Escucha atentamente.
• Averigua que quieres.
• Comunica tu decisión.
Tomate en momento de reflexión:
• Con tu coraza y tu postura regia conseguirás que las prisas y la presión de los demás no
se te contagien.
• Cuando alguien te pida o te exija algo, tomate el tiempo necesario para reflexionar.
• A veces es muy útil comunicarle al interlocutor durante cuanto tiempo vamos a pensarlo.
• No podrás reflexionar bien hasta que no hayas perdido el contacto con tu interlocutor.
Redistribuir el trabajo:
• Habla con los implicados.
• Busca un arreglo.
• Resiste el mal ambiente.
• Probar el nuevo acuerdo en el día a día.
• Aprende a mantenerte al margen.
• No te dejes enredar.
Con la negativa amable:
• Te defenderás para que no se aprovechen de ti.
• Podrás decir que es lo que no te gusta.
• Evitarás que los demás se entrometan en tus asuntos.
• Evitarás entrometerte en los asuntos de los demás.
• Podrás truncar y rechazar actitudes injustas y ofensivas.
LA OBSTINACIÓN EDUCADA
- El hecho de decir algo no significa que las palabras lleguen a tu interlocutor.
- Que alguien mire con interés y asienta con la cabeza no significa que te esté
escuchando.
- Estamos rodeados de obstinación ¿qué podemos hacer nosotros? Ser también
obstinados.
- Con la obstinación educada reforzarás tu autoafirmación.
- Con tu obstinación demostrarás a tu interlocutor que vas en serio.
- No te des por vencido enseguida si te dicen no.
- Sin obstinación en el mundo de los negocios estás perdido.
- Tu ya sabes como puedes ser obstinado. A los cinco años lo hacías a la perfección.
- La obstinación es una forma de poder.
- Para ser obstinado no necesitas argumentos. Solo tenacidad.
- La tenacidad gana.
- Tienes derecho a defender tus deseos con obstinación.
- La verdadera conversación suele empezar después de haber insistido lo suficiente.
- Con una obstinación educada no atacas a tu interlocutor, solo perseveras en lo que
deseas.
- Con la obstinación educada demuestras firmeza y que sabes lo que quieres.
- No sabrás si algo es realmente posible hasta que hayas insistido.
- Se más obstinado que tu interlocutor.
- Deja de mostrarte obstinado cuando se vislumbre una solución.
- Tu interlocutor tiene derecho a ser tan obstinado como tu.
- No tienes que contentar a nadie. No pasa nada si los demás piensan que eres una
persona difícil.
- Se hábil, piensa hasta donde quieres llegar con tu obstinación.
- Los ataques verbales suelen servir para desviarte de lo que pides o deseas.
- Puedes negarte obstinadamente a contestar un comentario estúpido.
- Que alguien te sirva una discusión en bandeja no significa que tu la aceptes.
- El castigo más duro para un provocador es que pases de sus provocaciones.
- Solo manteniendo la calma podrás tomar las riendas de una conversación.
- Ignora los ataques de tu interlocutor hasta que se quede sin munición.
- Si no atacas a tu interlocutor, este podrá hacerte concesiones sin quedar mal.
- Si alguien intenta manipularte, replica obstinadamente con una sola frase.
- Cuando tu autoconfianza está debilitada, te conviertes en víctima fácil de
manipulaciones.
- A veces es importante repetir continuamente la negativa hasta que se acabe por llegar al
otro.
- Demuestra que, si hace falta, eres capaz de resistir durante meses sin sufrir el más
mínimo desastre.
- Utiliza la variante de una sola frase en casos de emergencia, cuando ya no sepas que
hacer.
- No te alteres cuando pongas en juego tu obstinación.
- No dejes que te desvíen del tema con digresiones.
- Tienes derecho a no hacer caso de las digresiones de tu interlocutor.
- No pierdas el hilo y dirige tu la conversación.
- En una conversación da igual que esto o aquello te irrite o te despiste. Tu insiste siempre
en regresar a tu tema.
- Con una frase adecuada de conexión, devolverás la conversación a su curso.
- Si una charla te resulta desagradable cambia de tema.
- También forma parte de la obstinación la capacidad de aflojar a tiempo y buscar en otro
sitio.
Abecé de la obstinación por secuencias:
• Establece primero que quieres exactamente.
• Expresa tu deseo con claridad.
• Escucha con atención lo que te responden.
• Mantén tu obstinación mientras tu interlocutor mantenga la suya.
• Resiste sin enfadarte.
Como conseguir que los comentarios estúpidos caigan en saco roto:
• Adopta tu postura regia.
• No hagas caso de los comentarios estúpidos.
• No respondas preguntas tontas; quédate con el enunciado de tu voluntad.
• Prosigue con obstinación hasta que tu interlocutor cambie de actitud.
Obstinación con una sola frase:
• Reflexiona, adopta la postura regia.
• Expón tu voluntad en una frase.
• Repite tu frase una y otra vez.
• Hasta que tu interlocutor desista.
Encauzar una conversación con la obstinación educada:
• Fija el tema y el marco temporal.
• Evalúa la situación con tacto.
• Vuelve al tema educadamente.
• Se obstinado.
• Lo que elogias se acrecienta.
Con la obstinación educada podrás:
• Imponer con terquedad tus deseos y tu no.
• Ser enérgico sin enfadarte.
• Mantener el hilo de la conversación.
• Defenderte muy bien de las manipulaciones y de la presión.
• Arreglártelas fácilmente con la gente que también es muy obstinada.
LA AUTOCONFIANZA ATREVIDA
- La autoconfianza es el núcleo de nuestra personalidad.
- Tu autoconfianza depende de cómo te juzgues.
- El crítico interior está hecho de pensamientos con los que nos hacemos reproches.
- No te gusta tu aspecto. Entonces es que tu crítico interior no para de reprenderte.
- Aprende a ser consciente de las acciones de tu crítico interior.
- Tu crítico interior no te dice la verdad. Solo sabe criticar, desaprobar y menospreciar.
- El crítico interior suele trabajar de incógnito. Si lo descubres, puedes librarte de él.
- El lema general del crítico interior es el siguiente: algo falla, tienes que mejorar.
- Si sueles sentirte poco satisfecho de ti mismo es que te enfrentas a un dilema de tu
crítico interior.
- Un crítico interior estricto también arremete contra otras personas.
- El crítico interior no es objetivo. Exagera y le gusta utilizar palabras despectivas.
- El crítico interior nos impone preceptos por los que debemos guiarnos.
- Si automáticamente encuentras a alguien antipático es porque tu crítico interior le ha
juzgado.
- No pasa nada raro porque tengas un crítico interior.
- Tu crítico interior no te trasmite informaciones útiles.
- Cuando dejes de creer a tu crítico interior lo habrás desarmado.
- Puedes reconocer un error y subsanarlo sin increparte.
- De niños interiorizamos las críticas de nuestros padres. Así se formó el crítico interior.
- El crítico interior no es el resultado de una mala educación.
- Un crítico interior malvado puede causar un sufrimiento psíquico enorme.
- Busca ayuda de un profesional si tu crítico interior es demasiado fuerte.
- El crítico interior no es únicamente un problema femenino. Los hombres también sufren
a causa de los pensamientos autocríticos.
- Las mujeres dicen cosas negativas de si mismas con más frecuencia que los hombres.
- Detrás de todo vicio o dependencia se esconde un crítico interior.
- Exigirse mucho es una manera de torturarse.
- Tu eres único. No te compares con nadie.
- Nunca conseguirás contener a tu crítico interior. Siempre encontrará motivos para
criticarte.
- Puedes sosegar a tu crítico interior durante un buen rato.
- El método más sencillo para domar al crítico interior es no prestarle atención.
- Eres una joya de valor incalculable. Y eso no puede cambiarlo ningún error que hayas
podido cometer.
- Todas las facetas de tu personalidad se merecen tu estima. Sobre todo lo que a veces
llamamos puntos flacos o defectos.
- Profésate el amor y el reconocimiento que necesitas.
- A partir del amor por uno mismo se genera un contacto afectuoso con los demás.
Como rebajar las exigencias:
• Averigua en que situaciones cotidianas te sientes presionado y te impones exigencias
elevadas.
• Rebaja las exigencias.
• Permítete decir no.
• No te compares con nadie.
Sosegar al crítico interior:
• Aprende a conocer a tu crítico interior y averigua como y cuando suelta sus comentarios.
• Prepárate lo mejor que puedas para la situación o la entrevista que te resulten
incómodas.
• Fíjate bien en todos los pensamientos que te causan inseguridad.
• Si en tu cabeza aparece un comentario crítico pasa de él.
• Poco antes de que llegue el momento, tu crítico interior intentará volver a abrirse paso
para emitir su opinión.
• Cuando todo haya acabado, puedes dejar hablar hasta por los codos a tu crítico interior.
Los cuidados diarios de tu autoestima:
• Procura mostrarte reconocimiento varias veces al día.
• Regálate a diario pequeñas y grandes muestras de cariño.
• Redobla tu amor por ti cuando estés estresado.
• Se indulgente con tu crítico interior.
Preguntas finales:
• ¿Qué harías en tu vida cotidiana si no tuvieras un crítico interior?
• ¿De qué serías capaz sin sus comentarios recelosos en tu cabeza?
• ¿Cómo te sentirías si no hubiera autocrítica en tus pensamientos?
Con la autoconfianza atrevida:
• No dudarás de ti mismo.
• Mejorarás tu estado de ánimo.
• Te presionarás menos.
• Te defenderás mejor con las personas malintencionadas.
• Te tratarás con cariño.
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