martes, 8 de octubre de 2024

Las bibliotecas del siglo XX

Durante el siglo XX se produce una gran expansión de las bibliotecas motivada, entre otras causas por:

-          el aumento del nivel de vida en las ciudades y la extensión del fenómeno urbano a áreas más amplias del planeta.

-          la extensión de la educación y la cultura.

-          el fomento de la investigación científica.

Las bibliotecas, en este proceso de expansión, han abandonado su tradicional marco nacional y se caracterizan por un espíritu internacional y de cooperación. Esta es precisamente una de las principales características de las bibliotecas del siglo XX: el asociacionismo.

 

3.1. El asociacionismo bibliotecario

 

            Los países anglosajones fueron, de nuevo, los pioneros en estos movimientos de asociación y colaboración bibliotecaria.

 

            En EE UU se creó la American Library Association (ALA) y en Inglaterra la Library Association (LA).

 

            Actualmente la mayoría de los países cuentan con sus asociaciones, por ejemplo ANABAD en España o la Association des Bibliothécaires Français en Francia.   

 

            Estas asociaciones son, además, miembros de asociaciones internacionales como la IFLA, surgida formalmente en 1927. Esta ha desarrollado programas como el CBU y el DUP, que aspiran al control bibliográfico universal y a la disponibilidad universal de publicaciones respectivamente.

 

            Precisamente la existencia de estos organismos internacionales propicia la cooperación interbibliotecaria. Las bibliotecas en el siglo XX cooperan tanto a nivel nacional y local como a nivel supranacional, ya que el aumento de la producción de libros y de información les impide ser autosuficientes.

 

            Para llevar a cabo estos programas ha sido y es necesaria la normalización en el ámbito bibliotecario.

 

3.2. Normalización

 

            Los organismos internacionales han tenido un papel importantísimo en la normalización bibliotecaria, gracias a la publicación de normas para la descripción bibliográfica, o pautas a seguir por las bibliotecas.

 

            De nuevo hay que destacar el papel de la IFLA  en este proceso de normalización, ya que esta organización ha desarrollado varias directrices o normas:

o    las ISBD para la normalización de la descripción bibliográfica.

o    las directrices GARE (encabezamientos de autoridad) y GSARE (materias y referencias) para el Control de Autoridades.

 

Además, se ha normalizado la identificación bibliográfica, es decir, se han creado normas internacionales para la identificación unívoca de los documentos. Entre los identificadores bibliográficos más importantes hay que destacar:

o    ISBN: número que identifica la edición de un título de un editor específico. Está basado en la norma ISO 2108.

o    ISSN: número que surge en 1971 para  identificar las publicaciones periódicas o seriadas. El ISSN está basado en la norma ISO 3297.

o    Depósito Legal: establece el deber legal del impresor de depositar en una agencia específica varios ejemplares de cualquier publicación.

 

3.3. Automatización

 

            La revolución más importante, con respecto a las bibliotecas, en la segunda mitad del siglo XX ha sido la automatización, proceso iniciado en los años 60 que se generalizó a partir de los 80. Este proceso de automatización habría sido imposible sin el desarrollo del formato MARC, iniciado por la Library of Congress en los años 50.

 

            Además, se han creado los Sistemas Integrados de Gestión Bibliotecaria que han automatizado todas las labores (catalogación, préstamo, adquisiciones...) que se realizan en las bibliotecas.


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