Las Bases de Datos son en la actualidad
una herramienta de vital importancia
en el desarrollo de la actividad formativa, profesional o investigadora.
Entendemos por Base de Datos el “conjunto de datos homogéneos ordenados de
una manera determinada y que se presentan de forma legible por ordenador”.
Las Bases de Datos fueron en principio referenciales, es decir, recogían únicamente la referencia del
documento al que hacía alusión, tal y como se hacía en los repertorios
bibliográficos tradicionales.
El avance tecnológico y el desarrollo de la industria de la información
han favorecido que las Bases de Datos ofrezcan cada vez más a menudo enlaces al texto completo del
documento. Estas se llaman Bases de Datos fuente.
Además, muchas Bases de Datos son sometidas a análisis de contenido, lo que permite ofrecer resumen y descriptores.
Las entradas de las Bases de Datos son descripciones bibliográficas sucintas
de los documentos, con una presentación alejada de las ISBD.
El acceso
a las Bases de Datos suele ser on-line,
aunque la mayoría de ellas ofrece también la posibilidad del soporte en CD-ROM.
Dicho acceso exige el pago a los productores y distribuidores según los contratos comerciales establecidos para
cada caso.
La calidad
de estos productos y servicios es un tema a debate en los últimos tiempos,
mucho más ante el elevado precio de
las Bases de Datos.
Por eso es importante, antes de
decidirse por la compra de una Bases de Datos, saber qué ofrece. Existen
numerosos directorios para conocer
las Bases de Datos del mercado, aunque el más completo es el Gale Directory of
Databases, que contiene la descripción de más de 14.000 Bases de Datos en
diferentes formatos.
La información necesaria que debemos
conocer sobre una Base de Datos es como mínimo:
- Nombre.
- Materias que abarca.
- Fuentes que recoge (artículos de
revista, monografías, actas, etc.).
- Productor.
- Distribuidor/es.
- Cobertura temporal (qué periodo cubre).
- Idioma/s de los contenidos y del
interfaz.
- Frecuencia de actualización.
- Dirección web.
A pesar de la existencia de numerosas Bases de Datos para cada
ciencia, la realidad es que existen para cada disciplina una o dos Bases de Datos especializadas que ocupan una situación de
absoluto predominio y que ofrecen lo que llamamos una gran “seguridad
informativa” (todo está allí). Es el caso de Medline en Medicina, Chemical
Abtracts en Química o Inspec en Ingenierías.
Una gran parte de las Bases de Datos son
americanas, por lo que la producción
científica de origen anglosajón es la que más cobertura tiene. Las Bases de Datos
europeas están en minoría, y las españolas no tienen de momento la
visibilidad de mercado deseada.
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