A partir la invención de la
imprenta el número de obras existentes en el mundo crece rápidamente, en un
proceso imparable. Esta carrera ha
continuado hasta la actualidad,
donde no sólo sigue en aumento la
cifra de obras y de información que fluye, sino que se han multiplicado los soportes en los que aparece la
información.
Una de las consecuencias de esta
situación es la dificultad cada vez
mayor de identificar y describir los
registros que conforman la memoria colectiva.
La preocupación por construir
repertorios bibliográficos de todos los libros publicados en el mundo ya
surgió con el nacimiento de
Muchos siglos después la idea
Habrá que esperar a la segunda mitad del Siglo XX para que se retome
la idea, aunque con otras orientaciones, y se vislumbre la posibilidad real
de hacer una auténtica bibliografía
general internacional gracias a un programa elaborado por la IFLA y la
UNESCO: el programa de Control Bibliográfico Universal (CBU).
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