1. Trabajo de campo
Al
cliente se le empieza a captar mucho antes de conocerlo. Consigue información
sobre posibles clientes, investiga sus necesidades y las fechas en que realizan
sus compras, porque cualquier dato, por mínimo que parezca, puede ser decisivo
cuando afrontemos el contacto directo.
Un
truco útil: si tu empresa aún no es muy conocida en el sector sería conveniente
que enviaras un dossier a los compradores potenciales, comunicándoles la actividad
que realizáis y preparando el terreno para cuando se lleve a cabo el primer
contacto.
2. Valerse de la red
Las
nuevas tecnologías nos facilitan la aproximación al cliente. Internet
simplifica el uso de las herramientas típicas de marketing y hace que éstas
ganen en rapidez y eficacia. El correo electrónico es un instrumento
inmejorable para establecer un contacto personal y mantener un canal de
información
Un
truco útil: si envías una presentación de tu empresa a través del correo
electrónico, hazlo siempre a direcciones electrónicas de ejecutivos con
responsabilidad o influencia para valorar tu propuesta, nunca a una dirección
genérica de la empresa.
3. Un buen producto
Convéncete
de que el cliente se puede beneficiar con tu propuesta. No se trata de engañar
a nadie, sino de proporcionarle una ganancia personal y laboral. Cuando
contactes con alguien debes tener claro que tu producto le va a ayudar en su
actividad profesional y que vale mucho más de lo que pides por él.
Un
truco útil: debemos tener mucha psicología para descubrir el “deseo oculto” del
cliente. Si somos capaces de satisfacerlo, habremos ganado la batalla del
oportunismo y el cliente percibirá sutilmente que podemos proporcionarle el
servicio que requiere.
4. El cliente tipo
Es
básico elegir bien al cliente potencial. Cuando admitimos que todos son
clientes objetivo, también estamos reconociendo que nuestra oferta no contempla
beneficios específicos para ninguno. Pero si conoces a fondo el posicionamiento
de tu empresa en el mercado, tendrás más posibilidades de éxito a la hora de
seleccionar a los futuros compradores.
Un
truco útil: cuando tengamos que aproximarnos de nuevo a una persona que ya nos
ha rechazado, le presentaremos una nueva oferta mejor adaptada a las
características de su empresa. La imaginación y la creatividad son fundamenta-
les para que el cliente perciba que nos hemos preocupado por su caso concreto.
5. Pedir referencias
Cuando
pedimos una referencia a un cliente lo que pretendemos es que nos introduzca en
otra empresa y, al mismo tiempo, estrechar el vínculo con él. Nuestra relación
profesional y personal debe ser completamente satisfactoria, porque sólo así
obtendremos un compromiso real por parte de quien nos propicia ese contacto.
Un
truco útil: la solicitud de referencias no se limita a pedir un nombre y un
número de teléfono. Lo más recomendable es solicitar una entrevista a nuestro
cliente más satisfecho y pedirle que sea él quien establezca el primer
contacto. Esto nos facilitará la cita con el cliente potencial y nos ayudará en
el seguimiento de la negociación.
6. Cuidado con el teléfono
El
objetivo de la llamada en frío es obtener la entrevista, pero el
nerviosismo y la falta de planificación pueden llevarnos a acelerar el proceso
e intentar cerrar la venta en ese momento. Por tanto, si nos precipitamos,
habremos dado una pésima impresión.
Un
truco útil: trata de llamar cuando no lo hace nadie. Los momentos en que los
teléfonos suelen estar más tranquilos son la primera hora de la mañana y
la última de la tarde. Si llamamos a esas horas tendremos más
posibilidades de conseguir una cita, ya sea porque nuestro interlocutor está
organizando su agenda o porque continúa en el centro de trabajo una vez
concluida la jornada.
7. Un vocabulario positivo
Debemos
concentrarnos en mantener una actitud positiva durante
Un
truco útil: nuestro interés puede hacer que nos comportemos de forma servil y
complaciente. Eso nos presentaría como inexpertos y dubitativos
8. Hablar con quien compra
Debes
tener claro a quién quieres entrevistar, es decir, la persona que tenga
verdadero poder de decisión sobre las compras. Es posible que para acceder
al responsable tengamos que superar varios filtros (centralitas, secretarias,
asistentes...).
Un
truco útil: no obstante, podemos aprovechar estos filtros para sondear el
terreno, extraer más información sobre el cliente y preparar mejor la próxima
llamada.
9. Expresión corporal
La
actitud, el tono y hasta los movimientos que realizamos durante la llamada
telefónica son percibidos por nuestro interlocutor. Si transmitimos
preocupación o crispación, el cliente puede advertir nuestra ansiedad y no
sentirse atraído por lo que le estamos contando.
Un
truco útil: intenta hablar siempre de pie y delante de un espejo, fuerza la
sonrisa y alegra la expresión para que tu voz suene más amable.
10. Retirarse a tiempo
No
insistas más de tres veces con un mismo cliente. La finalidad no es llamar a
mucha gente muchas veces, sino obtener entrevistas para hacer clientes y
conservarlos.
Un
truco útil: si después de tres llamadas no consigues una cita o recibes una
negativa, aparca la gestión un tiempo hasta que puedas retomarla con cualquier
pretexto. Nuestra imagen no se habrá deteriorado y el cliente valorará nuestra
paciencia y discreción.
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