08 enero 2025

El valor de la autoestima

1. Procura cuidar a la nueva persona que hay en ti cada día. Si tú no te preocupas de ti mismo,

¿quién lo va a hacer?

2. Cuando te sientas deprimido, ten en cuenta que la depresión suele estar cargada de

sentimientos de tristeza y enfado. Averigua por qué estás triste o enfadado para poder

remediarlo

3. Cuando el mundo te parezca frío, hostil y poco acogedor, refúgiate en un lugar apacible dentro

de ti mismo.

4. Si te sientes atrapado, intenta dibujar, soñar o escribir algunas soluciones creativas. El mero

hecho de comprobar que tienes alternativas te ayudará.

5. Cuando tengas que hacer algo que te produce ansiedad –como pronunciar un discurso o

enfrentarte con alguien- cierra los ojos, respira hondo y relájate. Luego, imagínate realizando con

calma y confianza en ti mismo eso que tanto te fastidia.

6. Cuando otros te critiquen, escucha atentamente. Examina si te están proporcionando una

información útil o hablan movidos por sus propios temores y necesidades. Actúa en

consecuencia.

7. Si crees que no te valoran como te mereces, sácales de su error. Así te ganarás el

reconocimiento de los demás aunque no siempre se tome en consideración lo que haces.

8. Cuando no consigas que otros comprendan tu punto de vista, intenta comprender el suyo.

Cabe la posibilidad de que tú estés diciendo una cosa y ellos entiendan otra. El entendimiento

puede venir por ambas partes.

9. Cuando te parezca que has fracasado, haz algo para lo que te sientas especialmente

capacitado: cose o teje, cuida el jardín, vuela una cometa, resuelve un crucigrama...

10. Si has cometido un error, trata de enmendarlo. Si otra persona ha resultado perjudicada,

pídele perdón y, si es el caso, compénsala. Reflexiona lo que has aprendido y olvida el incidente.

11. No intentes motivarte criticándote a ti mismo, sólo conseguirás sentirte peor. Recuerda, en

cambio, tu capacidad y tus habilidades.

12. Cuando tengas demasiado trabajo, no malgastes tu energía agobiándote por la cantidad de

cosas que tienes pendientes. Establece prioridades y confía en tu capacidad.

13. Si te aburres, haz una lista con todo lo que más te gusta hacer. Y otra con las cosas que

siempre has querido realizar. Después haz una cosa de cada lista.

14. Cuando estés impaciente esperando algún acontecimiento, considera un regalo el tiempo de

espera. Aprovéchalo para saborear lo que tiene que venir y disfruta del momento presente.

15. Cuando te des cuenta de que tu comportamiento no es razonable, perdónate a ti mismo.

Date un paseo o cambia de ambiente. Intenta solucionar lo que te pasa y trata luego de empezar

de nuevo

16. Cuando creas que estás siendo demasiado exigente contigo mismo, procura descubrir los

motivos que te inducen a ello. ¿Intentas satisfacer tus propias necesidades o simplemente

adecuarte a las expectativas de los demás?

17. Cuando trabajes demasiado duro o durante muchas horas, considera si es realmente

necesario. Puede haber algunos sentimientos –tristeza, enfado, rencor o miedo- que estás

intentando evitar.

18. Cuando alguien solicite tu atención y no puedas atenderle en ese preciso momento, no te

sientas culpable por decir que no. Puedes ser igualmente atento reconociendo tus propias

limitaciones. “No” puede ser también una respuesta amable.

19. Si alguien espera demasiado de ti, habla con él sobre lo que realmente puedes hacer, y

determinad juntos la forma más adecuada de satisfacer vuestras necesidades.

20. Cuando eres demasiado solícito al cuidar de otra persona, probablemente lo que buscas es

que otros te cuiden a ti. Utiliza esa energía para averiguar cómo puedes obtener por ti mismo lo

que necesites.

21. Ten en cuenta tus sentimientos de aprensión o recelo: pueden estar advirtiéndote de un

peligro –real o imaginario-, y eso merece tu atención

22. Cuando tengas miedo y no dependa de ti cambiar la citación, imagina que una luz blanca

rodea tu cuerpo y te protege. También puedes transmitir a otros esta misma luz.

23. Cuando experimentes una pérdida no reprimas tus sentimientos; laméntate, enfádate y llora

si quieres. Y no permitas que nadie te diga que no tiene importancia o que deberías haberlo

superado ya.

24. Si te sientes vacío y experimentas tristeza, añoranza o soledad, procura llenar ese vacío con

buenos sentimientos: recuerda todo lo positivo que has hecho, el amor que de tantas formas te

han demostrado otras personas...

25. Cuando tengas que hacer algo que te cuesta, sé amable y comprensivo contigo mismo. Si

realmente debes hacerlo, hazlo; luego recompensa tu esfuerzo de una forma especial y sencilla.

26. Cuando estés avergonzado, admítelo. Sentir vergüenza es humano; no tienes por qué

ocultarlo.

27. Si alguien intenta hacerte sentir culpable, descubre qué es lo que realmente quiere de ti y si

puedes ayudarle.

28. Cuando tu enfado sea desproporcionado a su causa, probablemente se deba a una

experiencia similar anterior. Recuerda cuándo te sentiste así y descubre si estás tratando de que

se te reconozcan unos sentimientos que se ignoraron en el pasado.

29. Cuando alguien te insulte, no des lugar a la discusión. En ese momento no existe la buena

voluntad y el respeto suficientes para llegar a buen término.

30. Si estás enfadado con alguien con quien no puedas hablar –porque no confías en él, o no es

posible localizarlo, o ha fallecido-, escríbele una carta (que reservarás para ti) explicándole cómo

te sientes.

31. Cuando estés inquieto y descontento, sal de tu rutina. Levántate más temprano o más tarde,

cambia la decoración de tu sala de estar, vete a pasear todos los días.

32. Si deseas que alguien haga algo por ti, díselo. Lo que recibes de los demás no vale menos

por habérselo pedido. Su amor no se mide por su capacidad de leer tu pensamiento.

33. Cuando estés irritable, sé tu propio amigo. Busca un tiempo para estar solo y procura tomarte

la vida con menos seriedad, realizando alguna actividad alegre y recreativa.

34. Si el éxito ajeno provoca en ti una actitud silenciosa, incómoda o crítica, examina lo que se

oculta tras tu reacción. El éxito de los demás no te rebaja en absoluto. Tu vida no necesita

competir con la suya

35. Si tus sueños se quiebran, recoge los fragmentos y guárdalos. Entre los sueños rotos suelen

encontrarse astillas de esperanza.

36. Si opinas que alguna de estas normas no es adecuada para ti, coméntalo con alguien. Luego

redáctala a tu manera para que se adapte a tu forma de pensar.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario