martes, 17 de septiembre de 2024

Diez principios conservadores

 Según Russell Kirk, filósofo estadounidense del siglo pasado, que vivió entre 1918 y 1994, los principales principios conservadores son los siguientes:


1) El conservador cree en la existencia de un orden moral perdurable.

2) El conservador abraza las costumbres, las convenciones y la continuidad.

3) Los conservadores creen en lo que podríamos llamar el principio normativo.

4) Los conservadores se guían por el principio de la prudencia.

5) Los conservadores atienden al principio de la diversidad.

6) Los conservadores no pueden excederse, dado su apego al principio de imperfectibilidad.

7) Los conservadores están convencidos de que la libertad y la prosperidad están estrechamente relacionadas.

8) Los conservadores apoyan las comunidades voluntariamente consentidas, en la misma medida en que se oponen al colectivismo involuntario.

9) Los conservadores entienden que es necesario poner prudente freno al poder y las pasiones humanas.

10) Los conservadores inteligentes comprenden que una sociedad vigorosa requiere el reconocimiento y conciliación de lo permanente y lo mutable.


En este enlace  se pueden encontrar todos estos principios más desarrollados así como una introducción a este pensador estadounidense.



miércoles, 11 de septiembre de 2024

Tres tipos de reuniones

 

Cuando empecemos a desarrollar nuestra marca personal, tendremos que centrarnos en tres tipos de reuniones: reuniones en grupo, reuniones cara a cara y seguimiento. Son distintas fases de un mismo proceso.

 

En el mundo empresarial, las reuniones típicas son los eventos de Networking. También puede ser una conferencia para especialistas de un sector empresarial o la oportunidad de conocer a dos o tres personas en una feria o exposición.

 

Si nos encontramos en un sitio donde haya mucha gente que quiera establecer nuevos contactos comerciales, debemos estar preparados para ello. Debemos aprovechar para darnos una vuelta y conocer gente nueva.

 

No hay ningún problema para acercarnos a una persona que no conocemos y presentarnos. Así iniciamos la conversación. Tenemos que hablar con la gente que no conocemos, no con nuestros amigos.

 

Posibles preguntas:

 

-          ¿A qué te dedicas cuando no estás trabajando?

-          ¿Cómo fuiste a parar a este campo?

-          ¿Cuánto tiempo llevas trabajando en este sector?

-          ¿Dónde trabajabas antes?

-          ¿A qué te gustaría dedicarte dentro de cinco años?

-          ¿Dónde te criaste?

-          ¿Qué estás leyendo ahora?

-          ¿A quién admiras dentro de tu sector?

 

Después de formular estas preguntas tenemos que escuchar. Si queremos que los demás se sientan cómodos con la conversación debemos dejarles hablar sobre ellos. Si se sienten cómodos, es posible que quieran contactar con nosotros más adelante.

 

Cuando hablamos con alguien y le contamos que hacemos, hablamos de las personas que conocemos en común y compartimos cosas con él, lo hacemos porque pensamos que tiene interés en conocernos mejor.

 

Podemos ayudar a nuestro nuevo contacto a conocer otras personas. Si ambas personas tienen algo en común, debemos de asegurarnos de que establezcan una conexión.

 

Algunas personas piensan que para establecer una red de contactos basta con entregar miles de tarjetas de visita. Piensan que el número de contactos que han realizado equivale al número de tarjetas entregadas, como si hubiese algún tipo de puntuación que garantice el éxito.

 

El problema de los repartidores de tarjetas es que si no podemos recordar quienes eran, nunca sabemos si necesitamos sus servicios. Si alguna vez vamos a un evento de Networking, llevaremos unas pocas tarjetas con nosotros y solo se las entregaremos a las personas con las que realmente conectemos y a las que nos gustaría volver a ver.

 

Nuestra marca, debe ser capaz de decirle a la gente a que nos dedicamos. Las presentaciones diseñadas para parecer inteligentes solo sirven para hacernos perder el tiempo y que la gente nos vea como un hombre anuncio.

 

Limítese a explicar que hace. De esta forma, cualquier pregunta que le formulen estará relacionada con la actividad de su marca o empresa, y no hará falta explicar a qué se dedica.

 

Piense a que se dedica, cual es su nicho de mercado y como podría explicarlo en diez segundos. De esta forma, cuando hable con otras personas dedicará su tiempo a explicar como puede ayudarles y no a descifrar esa clave supersecreta que esconde su presentación.

 

El seguimiento es muy importante, sobre todo cuando prometemos estar en contacto. No debemos esperar a que los demás den el primer paso. Lo haremos nosotros. Debemos proponer una fecha y una hora que nos encaje en la agenda y ver si la otra persona puede acudir a la cita. Ya estaremos listos para el encuentro cara a cara.

 

En una reunión personal, cara a cara, tiene lugar la relación personal. Es muy fácil preparar una reunión cara a cara con una persona que hemos conocido en una reunión de trabajo. Le enviamos un email o le llamamos por teléfono y le preguntamos cuando podemos quedar con él. Debemos asegurarnos de incluir algo que le ayude a recordar quienes somos, de lo que hablamos y por que queremos reunirnos con él.

 

Podemos utilizar una estrategia parecida si intentamos cerrar una reunión con alguien a quien hemos tenido la fortuna de conocer, pero que alguien nos ha recomendado.

 

Cuando nos sentemos cara a cara con nuestro interlocutor, podemos tratar de profundizar en los temas que nos interesan. No debe asustarnos hablar de nuestra vida personal con otras personas. La finalidad de nuestra red de contactos es encontrar personas en las que podamos confiar y a las que respetamos.

 

Podemos preguntarle como puede conseguir las metas sobre las que estamos hablando, a quien le gustaría conocer para alcanzarlas o si hay algo que podemos hacer para ayudarle.

 

Esta última pregunta es la más importante. Además de dejar claro que queremos ayudarle a tener éxito, nos permite aportar algo de valor a su vida. Al trata de ayudar a los demás conseguimos que confíen en nosotros.

 

En una reunión de trabajo no debemos hablar únicamente de las ventas. Esta máxima también se aplica a las reuniones cara a cara. Aquí es aún mas importante. Debemos tener algo de tiempo para hablar de nosotros.

 

Debemos ser respetuosos con las necesidades y los objetivos de las personas con las que nos reunimos, y respirar su tiempo. Según crezca nuestra red de contactos y vayamos aprendiendo más sobre el sector, preguntaremos a otras personas su opinión sobre algún tema en especial. Según vaya creciendo nuestra experiencia, llegará un momento en el que serán los otros quienes nos llamen a nosotros para pedirnos nuestra opinión.

 

Pida a su interlocutor que le de su opinión siempre que pueda. Cuando actuamos así:

 

-          Podemos obtener información más valiosa de los expertos.

-          Nuestros interlocutores sentirán que les escuchamos.

-          Es posible que otras personas nos recomienden conocer a cierta gente.

-          Podríamos localizar un mentor.

-          Deberíamos invitarles a comer o a tomar café porque esta gente nos está dando información muy valiosa.

 

Según progresamos en nuestra carrera, nos encontraremos con que la gente sin experiencia trata de ponerse en contacto con nosotros para pedirnos nuestra opinión. Debemos ayudarles por las siguientes razones:

 

-          Nos ayudará a implantar nuestra marca.

-          Nunca sabemos donde terminarán las personas a las que ayudamos.

 

Cuando alcanzamos este nivel podemos:

 

-          Limitar el número de personas que vemos a la semana.

-          Imaginar cuanto puede valer nuestro tiempo y presentar una tarifa por consultoría.

-          Alegar que tenemos la agenda ocupada y proporcionar una referencia.

 

El seguimiento es donde podemos consolidar todo el trabajo que hemos dedicado a crear nuestra red de contactos. El seguimiento es un paso muy importante, tanto si hemos tenido una reunión cara a cara como si hemos asistido a una reunión de networking donde hemos hablado con una persona durante cierto tiempo.

 

El envío de artículos y enlaces es una de las formas más sencillas de fortalecer una relación con otra persona. Si estamos llevando a cabo algún tipo de investigación profesional, es muy posible que leamos blogs y revistas online relacionados con nuestro sector industrial.

 

Debemos intentar localizar temas que tengan algo en común con la otra persona. Si encontramos algo nuevo o interesante, podemos enviar un enlace al sitio web o post que acabamos de ver.

 

Si nos tomamos este trabajo en serio, podemos llevar un registro de los artículos y enlaces que hemos enviado y utilizarlos como parte del discurso que mantendremos en nuestra próxima reunión.

 

Una de las mejores formas que tenemos de ayudar a nuestros amigos es presentándoles a otra gente. Una referencia aporta credibilidad a la persona que lo necesita porque viene de otra persona en la que confía. Si alguien nos ofrece la posibilidad de presentarnos a otra persona, debemos pedirle que primero envíe un email de presentación.

 

Cuando no nos interesa contactar con una persona hay que ser honestos. Los cursos que se imputen sobre técnicas de ventas aseguran que el comercial debe insistir. Por eso, no debe sorprendernos que nos llame una y otra vez. Si continúa haciéndolo, tenemos varias opciones para detener este comportamiento:

 

-          Evitar sus llamadas.

-          Decirle que nunca estaremos interesados en lo que nos ofrece.

-          Quedar con él y tener la reunión, escuchar lo que tiene que decirnos y decirle que no.

-          Pedirle que nos devuelva un favor.

-          Pedirle un favor aún más grande.

 

 

lunes, 2 de septiembre de 2024

Los soportes de la información en el siglo XX

El siglo XX se caracterizó por la gran cantidad de avances técnicos que afectaron a todos los aspectos físicos del libro y que influyeron notablemente en el abaratamiento de los costes y por consiguiente en el aumento de la producción.

 

            El libro del siglo XX se caracteriza por su simplicidad y funcionalidad. Por otra parte, toman cada vez más fuerza el diseño, la fotografía y la ilustración. Surgieron nuevos métodos de comercialización.

 

            Además del libro, los periódicos y revistas tienen gran popularidad entre la población lectora desde el siglo XIX.

 

            La última etapa del siglo XX trajo consigo una gran revolución tecnológica, y surgieron nuevos soportes para la información. Vieron la luz las microformas: el microfilm y la microficha, basados en la tecnología fotográfica y micrográfica.

 

            Por otro lado, los soportes magnéticos supusieron en el momento un gran avance desde el punto de vista de la capacidad de almacenamiento de la información. Los más comunes son la cinta de casete, la cinta de vídeo, los cartuchos magnéticos y el disquete de ordenador.

 

            En los años 80 y 90 llegaron los soportes ópticos, que han supuesto una verdadera revolución en el ámbito de la informática y de la documentación, pero también en la sociedad en general.

 

            Todos estos soportes han tenido y tienen cabida en las bibliotecas modernas.