31 agosto 2023

Impresores y editores importantes del siglo XVI

 

ITALIA

En VENECIA destaca Aldo Manuncio, erudito y humanista. Fue un importante editor de autores clásicos (especialmente de griegos), haciéndolo de una forma nueva: en pequeños formatos, y con una tipografía elegante y sencilla. Convirtió el libro de coleccionista en un libro accesible para la gente, sin olvidar su calidad con ediciones muy cuidadas, en el contenido y en la forma.

Las innovaciones más importantes que produjo, fueron:

·         La creación de 2 tipos de letras: la redonda o Bembo, elegante y clara, que proporcionaba legibilidad al libro; y la cursiva o itálica, con la que ahorraba espacio permitiendo la reducción del formato.

·         Formatos nuevos más pequeños, como el 8º y 12.

·         La importancia de la edición literaria, especialmente en cuanto al trabajo filológico.

·         También hay que destacar sus encuadernaciones de Aldo Manuncio, influenciadas por la encuadernación árabe, en marroquinería con ornamentos geométricos, y usando la técnica del dorado.

 

A estos libros se les llamó Aldinos y entre ellos destacan las obras de Virgilio, Horacio, Petrarca y Dante.

 

En FLORENCIA, destacaron, los Giunta, una saga familiar cuyos miembros, posteriormente se extendieron por Europa.

 

Imitaron el estilo de Aldo Manuncio.  Así, Filipo Giunta, editó clásicos en pequeño formato y letra cursiva.

 

ALEMANIA

Es muy importante la influencia recíproca que tuvieron la Reforma y el libro.

La producción y comercialización fueron extensas, y se crearon las famosas Ferias de Frankfort y Leipzig.


Destacan impresores como:

·         Antón Koberger, a caballo entre la época incunable y siglo el XVI, editaba textos para las Universidades.

·         Johannes Froben, amigo de Erasmo, partidario de la letra romana y especializado en obras clásicas.

·         Johan Crunenberg y Hans Luft, tipógrafos de Wittenberg, donde Lutero imprimía sus obras.

 

FRANCIA

Los centros productores son París y Lyon. Por influencia italiana se editaron libros de pequeño formato con tipografía romana y cursiva. Destacan entre otros impresores:

·         Tory.  Grabador y tipógrafo, introdujo el estilo italiano en el libro francés. Aunque no tuvo imprenta, fue el “Impresor del rey” por la calidad de sus obras.

·         Claude Garamond. Fue un importante tipógrafo, que creó la letra romana que lleva su nombre,  con vigencia en nuestros días.

·         Familia Estienne. Constituida por 3 generaciones, destaca Robert que recibió el título de “impresor del rey” para obras en latín, hebreo y griego. Destaca su obra Thesaurus Linguae Latinae (Tesauro de lengua Latina).

·         Grolier, que introdujo la encuadernación de Aldo Manuncio desarrollándola con un estilo peculiar. Hoy en día son muy valiosas.

 

INGLATERRA

El libro inglés conoció los problemas de la inestabilidad política y religiosa a lo largo del siglo XVI.

También existieron restricciones legales que dificultaban la expansión de la imprenta, como los privilegios especiales para imprimir que finalmente acabaron en el monopolio de la Stationer’s office, con la excepción de las Universidades de Oxford y Cambridge.

 

PAISES BAJOS

Bajo la misma corona de España, destaca la figura de Cristóbal Plantino, que convirtió a Amberes en la capital del libro en la 2ª mitad del XVI. Imprimía sobre diversas temáticas y en multitud de lenguas y contó con  una gran producción, estimada en 1.600 obras,  entre las que destaca, la Biblia Políglota o Biblia Regia.

 

Esta fue encargada por Felipe II, que nombró como supervisor a Arias Montano. Se editó en 4 lenguas: siríaco, griego, latín y hebreo. El rey quedó tan satisfecho que le nombró “Prototipógrafo del Rey” en los Países Bajos y le dio la facultad de otorgar los certificados de aptitud profesional para nuevos tipógrafos.

También le encargó la impresión de los libros de rezos utilizados en España y las Indias, de cuya venta se encargarían los monjes de El Escorial.

Plantino utilizó también el grabado en madera y cobre y a él se deben notables representaciones cartográficas, muy útiles en aquel momento. Cristóbal Plantino fue, a pesar de residir en Amberes, una figura de importancia vital para el libro español.

 

ESPAÑA

En España no hubo un mercado librero español, sino que fueron impresores extranjeros los que se establecieron en España. Según Hipólito Escolar esto se debió a:

·         los elevados gastos que tenía España en los mercados internacionales.

·         la falta de espíritu comercial de las clases altas.

·         y sobre todo, la pobreza e incultura del mercado interior, con pocos centros docentes y pocas urbes populosas.

 

Respecto a la forma del libro español:

·         Predominaron hasta muy avanzado el siglo, los tipos góticos y el papel. El de Cataluña y Valencia, fue de excelente calidad hasta la 1ª mitad de siglo, que comienzo declinar.

 

Hubo grandes impresores y obras en España. Destacan:

·         Guillén de Brócar: fue el impresor de la Biblia Políglota Complutense (1517), a instancias del Cardenal Cisneros en la Universidad Complutense. Éste fundó la universidad en Alcalá de Henares con fines teológicos.

 

Se rodeó de un gran equipo de filólogos, rabinos, historiadores, etc. como Antonio de Nebrija.

 

Fue una obra de gran complejidad. Mezclaron los tipos góticos, romanos e itálicos, pero destacan sus caracteres griegos de grandísima belleza. Se imprimieron 600 ejemplares en papel y 6 en vitela y fue editado en griego, latín y hebreo.

 

·         En Salamanca, sede de la más famosa universidad, hubo una gran actividad impresora, dedicada a la docencia. Destaca Juan de Junta (de la familia Giunta), con gusto renacentista, y junto a él, Portonariis y Juan de Cánova.

 

También se produce una literatura de imaginación, destinada al gran público. Pedro de Castro, que imprimía en Medina del Campo, editó en Salamanca La Segunda comedia de Celestina.

 

·         En Granada, destacó Sancho de Nebrija y en Sevilla, el mayor centro de producción del libro en castellano, hay que mencionar a los Cromberger, con proyección en América junto a Juan de Pablos.

 

·         En Madrid, La imprenta no se establece hasta 1566 y se desarrolló gracias al establecimiento de la Corte y de La Imprenta Real en la ciudad.

 

Destacaron: “Impresores del Rey”, como  Julio Junti, y Alonso Gómez, que creó junto a Pierre Cosin la primera imprenta de la villa.

 

Es importante recordar también  a Jorge Coci, en Zaragoza, que imprimió la 1ª edición del Amadís de Gaula y Rosenbach en Barcelona.

 

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