Durante
las dos primeras décadas del siglo,
el libro impreso continuaba con la misma apariencia externa que los incunables.
Pero
progresivamente fue cambiando, hasta alcanzar el acabado y aspecto definitivo
del libro moderno: un libro humanista, con un finalidad social y un aspecto
formal propio y diferente al incunable.
CARACTERÍSTICAS DEL LIBRO MODERNO
Formalmente, se distinguía por:
·
Generalización del uso de la portada
Se
incorpora por motivos comerciales ya que el comprador reconocía el
ejemplar, y facilitaba su venta. Incluía el título, y un pie de
imprenta con los datos del impresor, y del vendedor en ocasiones. Se
hicieron populares los emblemas editoriales, dibujo o grabados cada vez
más sencillos que identificaban al editor, origen de los logotipos
actuales.
·
Disminución del formato
Se afianza
el formato reducido, 8º y un 12º, que
casi es un formato de bolsillo, más manejable y barato.
·
Tipografía redonda o romana
Basada en
la letra carolina y en la tipografía de Nicolás Jenson, se afianza
fundamentalmente en Italia y Francia. También aparece la letra cursiva, aunque
la letra gótica, se seguía utilizando,
especialmente en Alemania.
·
Ilustraciones explicativas
Adquieren
gran importancia como elemento explicativo, más que ornamental, excepto en la
portada que sí se mantiene esta función.
·
Encuadernación
Alcanza un
gran auge en este siglo. Se diversifica, creándose talleres específicos que
ofrecían diversas técnicas y calidades, como: marroquinería, encuadernación
estampada con rueda, plantillas de cartón, etc.
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