Como decíamos en la introducción, las publicaciones reflejan con
bastante exactitud los resultados de la actividad científica, y por ello son
objeto de análisis bibliométricos.
Para realizar un estudio bibliométrico, hay que fijar un procedimiento
de obtención de datos, de cara a que los indicadores que se extraigan sean un
reflejo objetivo y fiel de la realidad científica.
Operaciones previas
- Nivel de análisis: antes de proceder a cualquier tipo de
análisis, es importante delimitar exactamente el ámbito de estudio. Para ello
lo primero es definir el nivel de análisis, esto es, concretar si la
producción científica que vamos a abordar corresponde a un país o área
geográfica, a una disciplina determinada, a una institución o a un grupo de
científicos.
- Fuentes: del mismo modo, es vital para garantizar la calidad de los
resultados tener muy en cuenta las fuentes que se van a utilizar. La
elección de fuentes primarias o secundarias dependerá del nivel de análisis que
nos hayamos planteado previamente. Como fuentes primarias están: las revistas
científicas, las patentes, los congresos, los informes de investigación, las
monografías y las tesis. Como fuentes secundarias utilizadas en estudios
bibliométricos están las Bases de Datos, las memorias de centros de
investigación y los Curriculums de los investigadores.
- Disciplina temática: la elección de la fuente adecuada
dependerá también en gran medida del área o disciplina científica que
hayamos elegido como objeto de estudio, que deberá limitarse también
previamente. A grandes rasgos, las Humanidades y las Ciencias Sociales publican
mayormente las investigaciones en monografías y en menor medida en artículos de
revista. En Ciencias Naturales y Experimentales, en cambio, los resultados de
las investigaciones tienen como vehículo de comunicación prioritaria la revista
científica. Existen numerosas Bases de Datos que recogen estas publicaciones
científicas y que facilitan la realización de estudios bibliométricos, a pesar
de no estar pensadas para ese fin.
Obtención
de datos
Como vemos,
hay una gran variedad de fuentes
disponibles, pero el acopio de datos para las investigaciones bibliométricas se
obtiene principalmente de Bases de Datos bibliográficas. El desarrollo
tecnológico ha permitido que las Bases de Datos sean uno de los productos que
más han evolucionado tanto en cantidad, como en calidad, cobertura y
normalización.
Si partimos de la utilización de una Base de Datos determinada para el estudio
bibliométrico debemos saber que el elemento fundamental para conseguir la información
que nos interesa es la referencia bibliográfica, que en formato electrónico se
convierte en registro bibliográfico. Este contendrá más o menos datos en
función de la fuente que se trate, aunque siempre contará con unos datos
básicos de identificación del documento como título, autor, datos de
publicación, idioma, etc. Una información valiosa que casi ninguna BD aporta es
por ejemplo el nombre de todos los
autores y de las instituciones donde se ubican. Este rasgo tan importante para
la Bibliometría favorece la elección de las Bases de Datos del ISI (Institute for Scientific Information)
para la realización de estudios bibliométricos. Tanto es así, que estas Bases
de Datos se han convertido de facto en la principal fuente de datos para la
Bibliometría.
En todo caso, la inexistencia de una Base de Datos que recoja toda la
producción científica se convierte en una de las principales limitaciones de
este tipo de fuentes.
Tratamiento
Una vez obtenida la información de las
fuentes hay que tratar los datos convenientemente. Gracias al desarrollo de la
tecnología existen aplicaciones informáticas que facilitan el manejo de
los datos de forma automática, simplicando los procesos de trabajo.
Después se aplican determinadas técnicas estadísticas que pueden ser más
o menos complicadas, para obtener los indicadores bibliométricos.
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