El desarrollo de actividades
cooperativas entre bibliotecas es una de las características más importantes
de la Biblioteconomía actual. Para que exista esta cooperación es necesario que
las bibliotecas compartan servicios, que existan acuerdos y normas para esa
colaboración y que existan también unos objetivos, programas y proyectos
concretos. Este trabajo de colaboración entre bibliotecas ha facilitado la
creación de numerosos catálogos colectivos.
Definición: las Reglas de
Catalogación españolas definen catálogo colectivo como “el catálogo que reúne en un único orden los asientos bibliográficos de
más de una biblioteca”. El catálogo colectivo contiene la información
bibliográfica perteneciente a varios centros de documentación y bibliotecas
unidos por algún fin común. Su finalidad no es tanto resolver problemas
catalográficos, sino de información, es decir el acceso al documento, y suele
ser un sistema de cooperación o de planificación bibliotecaria que lleva
consigo un sistema de préstamo bibliotecario, como medio de suministro
de documentos. Los catálogos colectivos son un instrumento bibliográfico
importantísimo, y una fuente imprescindible a la hora de realizar búsquedas
bibliográficas.
Orígenes: los primeros proyectos de
catálogos colectivos se hicieron a finales de los años 60, siempre se
reducían al ámbito de las publicaciones periódicas. Este trabajo se complicó
más todavía cuando se amplió su ámbito a las monografías y la información de
los fondos de las mismas.
Uno de los primeros catálogos colectivos en línea fue el de la OCLC, que a mediados de los 70 estaba bastante establecido entre las bibliotecas
americanas. La aparición de este catálogo superaba la idea de dar a conocer la
situación de los documentos, ya que se estableció además como un sistema de
catalogación cooperativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario