El material utilizado en Grecia para escribir era también el
papiro, aunque se utilizaban también
las tablillas de madera enceradas
para
En Grecia
se produjo una enorme difusión del libro y de la lectura debido principalmente
a la aparición de la escritura
alfabética (que facilitaba la técnica de escribir) y a la extensión de la enseñanza, que llegó a
través de las escuelas y pedagogos, y también a través de los sofistas y de los
centros de estudio e investigación, como era el caso de la Academia de Platón o
el Liceo de Aristóteles. Estos eran centros en los que se discutía y se trataba
sobre filosofía, ciencia, religión, etc., y, además, en ellos se acumulaban
colecciones de libros de las que, desgraciadamente, no se conserva nada.
Las
bibliotecas dejan en esta época de ser patrimonio de los templos y ya
encontramos bibliotecas en casas
particulares, como es el caso de la biblioteca de Ulano, cerca de Pompeya, situada en la casa de un noble, que se ha
conservado después de enterrarse en ceniza. Esta biblioteca, donde se han
encontrado los textos que se conservan de Epicuro, estaba dividida en dos
grandes zonas, una para libros griegos y otra para libros romanos. Aunque, sin
duda, en Grecia debemos destacar dos bibliotecas,
La
biblioteca de Alejandría
Alejandría
se sitúa geográficamente dentro de Egipto, sin embargo, pertenece a la cultura
helenística. Ptolomeo II fundó en el siglo III Antes de Cristo una institución
al estilo griego a la que llamó Museion
(Templo de las Musas), que estaba dedicado a la enseñanza y a
No se
conoce con exactitud el número de manuscritos que pudo recoger, pero pudo
llegar a tener unos 700.000 manuscritos. La biblioteca recogió literaturas de
varias civilizaciones de la Antigüedad, así como sus traducciones. La
Biblioteca de Alejandría se dedicaba a trabajar con toda esta información, el
énfasis, por tanto, estaba puesto en la difusión y no tanto en la conservación
de documentos.
Al
principio la Biblioteca de Alejandría estaba cerca del Museion, dentro de los recintos del palacio real, pero cuando la
cantidad de libros adquiridos sobrepasó su capacidad se decidió abrir una
dependencia adicional en el Serapeion
(templo dedicado a Serapis).
Los
manuscritos se conservaban en salas o habitaciones en nichos de madera o de
mimbre, los mejores manuscritos se untaban con aceite de lino. Los manuscritos
eran reconocibles por el “sillybos” (al que los romanos llamaron “index”), una
especie de etiqueta en la que se escribía el título (que eran las primeras
palabras de la obra). El receptáculo de madera donde se conservaban los rollos
era llamado por los griegos “bibliotheke”, palabra que pronto adquirió el
significado de colección de libros.
Existen
varias leyendas que cuentan cómo se destruyó la Biblioteca de Alejandría, pero
no hay hechos históricos que lo atestigüen.
La
comunidad internacional, por medio de la UNESCO, ha financiado el Proyecto de Reconstrucción de
La
Biblioteca de Pérgamo
La
Biblioteca de Pérgamo fue fundada, en esta ciudad de la costa de Asia Menor,
por Átalo I, aunque no se desarrolló totalmente hasta el reinado de su hijo en
el siglo II Antes de Cristo. Esta Biblioteca estaba organizada alrededor de un
templo en honor a Atenea. La Biblioteca de Pérgamo tuvo, según Plutarco unos
200.000 volúmenes, y llegó a rivalizar con la Biblioteca de Alejandría. La
tradición atribuye a esta biblioteca el empleo del pergamino como material de
escritura.
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