Al
salir del cine, Damián no se acordaba de dónde había aparcado el coche. Tardó
tres días en encontrarlo. No todos los despistes son tan exagerados, aunque sí
más comunes. ¿Cómo asimilar caras y nombres? ¿Cómo recordar cosas que hacer? ¿Y
esa palabra que se queda en la punta de la lengua? He aquí algunos consejos
para que no se le escape ni una.
1 Evite el aburrimiento y estimule la
curiosidad.
La
mayor parte de las veces no recordamos porque no nos fijamos. Concéntrese en lo
que le cueste memorizar y busque algún aliciente. La atención, el interés y la
organización son principios fundamentales para mejorar la memoria.
2 Apoye su recuerdo en imágenes.
¿No
sabe qué ha hecho con las llaves de casa? Párese un momento, piense en su
propia imagen cerrando la puerta y visualice lo que hizo a continuación. Quizás
así se dé cuenta de dónde las dejó. Los expertos creen que el 80% de la memoria
se guarda en forma de imágenes, más que en palabras.
3 Estruje la mente en los tiempos
muertos.
Utilice
la espera del autobús o los momentos de descanso en casa para intentar recordar
con detalle algo que ha visto durante ese día. Haga memoria: ¿aún se acuerda de
los nombres de los compañeros de colegio? ¿Y de sus apellidos? ¿Es capaz de
retener los números de teléfono que más utiliza?
4 Haga gimnasia mental: pasatiempos,
música...
Al
igual que el cuerpo, la cabeza necesita ejercicios para mantenerse en forma.
Tocar un instrumento musical, componer puzzles, resolver crucigramas o jugar al
ajedrez son actividades que ayudan a tener un coco bien amueblado.
5 Exagere o llegue hasta el absurdo.
Para
recordar características de algo o algún objeto, invéntese imágenes exageradas,
cuanto más absurdas mejor. Si lo que le cuesta es quedarse con las caras de la
gente, lleve sus rasgos más peculiares al extremo. Compruébelo: se divertirá
mucho.
6 Utilice la prensa y la televisión.
Además
de mantenerle al tanto de qué sucede a su alrededor, los medios de comunicación
son un apoyo perfecto para hacer ejercicios. De vez en cuando, trate de retener
fragmentos de noticias que acaba de leer o escuchar para mantener despierta la
memoria. Otra actividad: represente los titulares con imágenes y explique en
voz alta lo que ha imaginado.
7 Haga resúmenes y tome
apuntes.
Se
recuerda mejor lo que previamente hemos escrito o clasificado. Por tanto, lleve
siempre un bolígrafo encima y tome notas, aunque luego no tenga que echarles un
vistazo para recordarlas.
8 Explique a otros lo que necesita
fijar.
Cuando
tenemos que explicar algo a otros, nuestro cerebro se organiza mejor. Si no
tiene a quien dirigirse, imagínese ante un auditorio.
9 Cuídese: duerma y coma
bien.
Algunos
descubrimientos científicos se han resuelto durmiendo. Quizá sea una afirmación
algo exagerada, pero lo cierto es que el sueño ayuda a consolidar la retentiva,
al igual que una buena alimentación.
10 Si no mejora, sea
organizado.
Si
usted es de los que no tienen remedio, no se desanime. Siempre puede llevar una
agenda al lado para no olvidarse de las citas y las tareas más importantes. Y
si su problema es que no encuentra sus cosas, póngalas siempre en el mismo
sitio. Eso nunca falla.
Ayudando a la memoria.
Joseph
María Albaigés i Olivart.
Editorial
Nuevas ediciones de bolsillo.
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