A pesar de la existencia de fuentes especializadas en cada ciencia que
suelen ofrecer gran seguridad
informativa, existen fuentes
multidisciplinares, que no se circunscriben a ninguna ciencia en
particular, pero que son de uso frecuente por parte de la comunidad científica.
Las fuentes multidisciplinares proceden básicamente de cuatro
entornos, que pasamos a abordar:
v CENTROS DE INVESTIGACIÓN
Existen grandes centros de investigación
que cubren todas las ramas del saber y que publican repertorios especializados.
El más destacado es el ISI.
·
ISI
(Institut for Scientific Information). Philadelphia, EE UU.
Sus productos más conocidos son muy selectivos, con breve análisis de la
información, sin materias ni resumen.
o Current
Contents. Boletín
de sumarios de publicaciones periódicas y obras colectivas. Su objetivo es
ser un vehículo rápido de información para dar a conocer las novedades, hasta
el punto de que incluye sumarios de revistas que aún están por publicar.
o Citation
Index. Índice
de citas. Esta BD es la única que recoge las citas que realizan los
científicos en sus trabajos sobre otros trabajos. Está en conexión con la
Bibliometría y gracias a ella es posible detectar los “colegios invisibles” y las líneas de investigación más punteras. Se
organiza por secciones, SSCI, SCI y AHCI. Ofrece referencias de los artículos
citados, listas de autores citados, de lugares de trabajo y un índice de
palabras del título de los artículos.
o Journal
Citation Reports (JCR),
suplemento del
Citation Index. Comúnmente llamado
“índice de impacto”, con gran
credibilidad en el entorno científico. Este mide el impacto de las revistas en
la comunidad científica a partir del número de citas que recibe cada artículo
de cada revista. Las revistas más citadas pasan a ser las más prestigiosas en
su ámbito, según su posición en el ranking, por lo que los investigadores
desean publicar sus trabajos en ellas principalmente.
·
CNRS (Centre Nacional de la Recherche Scientifique).
Francia. Es el equivalente al CSIC español. Es responsable de dos BD de
aspiración internacional, que recogen además todo lo francés: Pascal (CYT) y Francis (CS y H). Estas han tomado el relevo al antiguo Bulletin Signaletique, su antecedente en
papel.
·
Otros
centros extranjeros de investigación que publican productos científicos son,
por citar alguno más, el VINITI ruso
o el JICST japonés (Japan
Information Center for Science and Technology).
·
CINDOC. En cuanto a España, el Centro de Información y Documentación Científica
es el organismo dependiente del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones
Científicas) encargado de la información científica en todas las áreas del
conocimiento. Nació en 1992 tras la fusión del ICYT y el ISOC. Estos organismos
venían publicando desde los años 70 índices en papel que recogían lo editado en
las revistas científicas españolas, por secciones. A partir de los años 90 se
convierten en BD bibliográficas. En la actualidad, estos índices se
comercializan conjuntamente en CD-ROM o por Internet, junto con el catálogo
colectivo de las bibliotecas del CSIC, Cirbic.
Estos índices son: ISOC (Índice
español de Ciencias Sociales), IH
(Índice español de Humanidades), ICYT
(Índice español de Ciencia y Tecnología), IME
(Índice Médico Español). A estos se añade la BD DATRI,
un directorio de resultados de proyectos de investigación del Plan Nacional de
I+D.
v EDITORES
·
Los editores son
los productores de la
información. Pueden ser casas comerciales (como Elsevier, Kluwer, Academic Press, John Wiley & Sons, Blackwell, Springer, Emerald),
sociedades científicas o instituciones (Institut
of Physics, Institution of Electrical and Electronic Engineers, IEEE), universidades, etc.
v DISTRIBUIDORES
Los distribuidores tratan la información
y la hacen llegar al consumidor. La mayoría se han adaptado al mundo digital.
Almacenan en sus servidores la información y proporcionan acceso a la misma. Se
han convertido en verdaderas pasarelas
electrónicas desde las que consultar desde una única interfaz la colección de revistas que distribuyen. Además,
muchos ofrecen servicios de valor añadido, como motores de búsqueda, alertas y
DSI. Destacamos Ebsco, Silverplatter, Ovid, Swets, Bell
& Howell.
Cada vez más, los editores toman la
iniciativa de ser ellos mismos los distribuidores de sus productos. El mercado
de la información se caracteriza por una gran movilidad (fusiones y acuerdos
entre empresas) y por su concentración empresarial. Los distribuidores han formado
un auténtico oligopolio de las
publicaciones científicas, lo que repercute en los precios, que suben vertiginosamente, a pesar del ahorro de costes
que les supone la edición electrónica.
v REDES DE BIBLIOTECAS, CONSORCIOS Y
GRANDES CENTROS DOCUMENTALES
Algunas bibliotecas y grandes centros
documentales tienen un volumen tan
importante de fondos y servicios que se han convertido en grandes
distribuidores de información científica. Sus respectivos catálogos, sin estar pensados para ello, funcionan como una valiosa
herramienta bibliográfica. Destacamos tres: OCLC, BL DSC y CSIC.
·
OCLC es una red cooperativa de 33.000 bibliotecas de un gran número de
países. Tiene un gran apoyo y reconocimiento ya que proporciona información
bibliográfica a precios asequibles y apoyo en tareas técnicas. Cuenta con BD
científicas, BD de productos documentales elaborados, así como con un catálogo
colectivo ingente: WorlCat.
·
BL DSC es el servicio de préstamo interbibliotecario de la BL, que se
transformó en BL DSC ante el volumen de peticiones y se estableció en Boston
Spa, desde donde ofrece variados servicios bibliotecarios, además del SOD. Sus
productos se resumen en dos series: Inside
Series y Boston Spa Series.
·
CSIC ofrece servicios de apoyo también, como un Centro de Traducciones y un
Servicio de Acceso al Documento. Su catálogo colectivo Cirbic es una herramienta indispensable para el investigador
interesado en la producción española.