08 marzo 2023

Una feminista de verdad


 

Cuando hoy se celebra el día internacional de la mujer trabajadora y en unos tiempos convulsos en los cuáles hay una serie de mujeres que lo que de verdad quieren es imponerse al hombre y aplastarle, y que realizan acciones escandalosas como lucir sus encantos para llamar la atención y sentirse importantes, quiero rendir homenaje a una auténtica feminista que luchaba por lo que es el auténtico feminismo, que es la auténtica igualdad entre hombres y mujeres, no la imposición de uno sobre el otro y me lo trasmitió como legado: MI MADRE.

A mi madre le tocó vivir en una época en la cual realizaba un papel bastante importante también de realización de las labores de la casa, pero en que por la mentalidad de la época, no encontraba ninguna ayuda por parte de mi padre, y para ninguno de los tres hermanos quiso que se siguiese con esa línea de falta de colaboración y desde muy pequeños nos inculcó lo que era la auténtica igualdad entre hombres y mujeres, que no es otra cosa que el reparto de las diferentes tareas entre los dos por igual, aunque fue conmigo, por ese amor y respeto que de siempre la ha profesado, con el que lo consiguió al cien por cien.

Por sus grandes lecciones, aprendí de mi madre a realizar todas las tareas domésticas por igual y según sus palabras, muy sabias, no ser menos hombre por ello. Desde antes de la adolescencia, ayudaba a mi madre en las compras de la casa, a guardar todo lo comprado, a las grandes limpiezas y esto fue para mí, esas lecciones de auténtico feminismo que he comentado al principio.

Todo esto supuso muchas de las grandes lecciones recibidas de mi madre y me enseñó sobre todo el auténtico feminismo, no el que quieren imponer ahora ciertas mujeres que su objetivo es pisotear al hombre.

Una de las más importantes lecciones de feminismo auténtico recibidas de mi madre, fue que el hecho de usar delantal para realizar las labores domésticas era también asunto de hombres, y que no por ello era menos hombre. 




Por todo ello aquí está este merecido homenaje a una feminista auténtica, que creía en la auténtica igualdad entre hombres y mujeres y no en la imposición de la mujer sobre el hombre y que dentro de la igualdad que debe de reinar entre ambos sexos, quería que el hombre hiciese de hombre y la mujer de mujer, que ambos luciesen su belleza y esplendor dentro de sus características y no dieran la nota como hacen hoy en día los que se quieren imponer a los hombres mostrando sus encantos escandalosamente.

Allá donde este, mi madre se estará escandalizando de estas tipas que se quieren imponer a los hombres pero que luego no tienen nada de femeninas y con toda seguridad dirá, lo que decía de mujeres así, que son unas machos pirolos.

 

 


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